El Mensajero pierde en casa y cede en una de las finales que tendrá que disputar hasta el término de la competición. Sin hacer mucho, el Logroñés venció al conjunto palmero con un gol de penalti en el primer tramo de un encuentro que se abrió rindiendo homenaje a Ainara Sánchez Silva, campeona de Canarias cadete de Judo, a las categorías infantil y cadete del Mensajero, como campeones del competición insular, y con un minuto de silencio en memoria de Tomás Hernández Díaz, que falleció la semana pasada y que era integrante de la seguridad.
El Mensajero estuvo gris durante la primera parte del encuentro, frente a un Logroñés sobrio pero bien plantado en el medio del campo, rompiendo la iniciativa local. Con todo, el conjunto palmero fue capaz de generar más oportunidades de gol que su rival.
El único tanto del equipo riojano lo convirtió de penalti Pablo Espina en el minuto 13, fruto de un clamoroso fallo de la saga mensajerista, que obligó al meta local Ione Puga a provocar la máxima pena y ganarse una tarjeta amarilla.
El peligro del equipo que dirige Mingo Oramas llegó por la banda izquierda. Tres minutos después del gol del equipo visitante, un pase de Juanda se pasea por delante de la meta visitante sin encontrar rematador. En ese mismo instante, el colegiado expulsa al entrenador de Logroñés, Sergio Rodríguez. La primera parte concluye con una clara oportunidad de Alex Cruz, a pase de Juanda, que remata el balón por encima del travesaño.
El Mensajero sale en la segunda parte decidido a darle la vuelta al marcador, con una presión intensa sobre la meta de Miguel Martínez. Hasta tres córners consigue sacar el Mensajero de las incursiones de los mensajeristas en los tres primeros minutos. Los primeros rayos de sol salían sobre el Silvestre Carrillo. Pero pronto volvieron las nubes y se nublaron las ideas del conjunto local, que fue un quiero y no puedo durante el resto de la segunda parte, frente a un Logroñés que se centró en salvar el resultado.
