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Las realidades eclesiales de La Palma 'en salida misionera'

Este sábado en el municipio de El Paso se celebró el Encuentro Insular de las distintas realidades eclesiales presentes en la isla de La Palma, a fin de acoger los símbolos de la Misión Diocesana que se viene desarrollando y que entra, ahora, en la fase propiamente celebrativa.

En el centro cultural del municipio, después de la bienvenida del alcalde y del obispo, un grupo de la parroquia de Tazacorte escenificó la obra “Los conquistadores del mundo”. La misma narra la vida y vocación de Ignacio de Acevedo y sus compañeros, los conocidos como “mártires de Tazacorte”.

Posteriormente, presididos por el farol con la Luz de la Paz de Belén que la pasada Navidad había sido trasladada hasta la isla de La Palma y que permanecía custodiada en la parroquia de S. Miguel de Tazacorte, los participantes venidos de los distintos rincones de la isla, se dirigieron hacia la parroquia de Ntra. Sra. de Bonanza.

En ella, el Obispo presidió la eucaristía del día de la Santísima Trinidad. En su homilía, Bernardo Álvarez, además de señalar alguno de los aspectos de la señalada solemnidad, subrayó la pertinencia de seguir orando y trabajando para avanzar “hacia una Iglesia en estado permanente de misión”.

Es pertinente subrayar que “todos compartimos la misma misión, aunque no todos hagamos lo mismo”. En razón del bautismo cada cristiano es un discípulo misionero. En este sentido, siguiendo la exhortación “la alegría del evangelio”, recordó la importancia de la evangelización persona a persona.

Al estar presentes dos monjas del monasterio del Císter de Breña Alta, el obispo quiso destacar la pluralidad de carismas, ministerios y funciones presentes en la Iglesia, así como la importancia de la oración y la invocación del Espíritu en el camino que se está recorriendo. La fuerza misionera de la oración ha de tenerse en cuenta por todos en la implementación del vigente Plan Diocesano de Pastoral que nos está conduciendo a una adecuada celebración del bicentenario de la creación de la diócesis.

En este sentido, la Madre Rosario Gómez, superiora del Monasterio de la Santísima Trinidad, acompañada de otra hermana, recogieron al final de la Misa un cuadro de la Virgen Desata nudos, obra del artista palmero Domingo J. Cabrera que figurara, junto al farol de la Misión, en un lugar del citado monasterio, como recuerdo y llamada permanente a la oración por esta propuesta que pretende secundar la llamada del papa Francisco a ser una “Iglesia en salida”.

Cabrera explicó su obra a partir de esta advocación y lo que supuso para él este encargo. Además, todos los presentes, las parroquias y otras realidades eclesiales, recibieron los símbolos de la Misión Diocesana en marcha.

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