El Cabildo ha consignado varias partidas en los presupuestos de este año para hacer frente esta planta invasora, a lo que sumará también fondos del remanente y del Fdcan
Rabo de gato.
El rabo de gato (Pennisetum setaceum) avanza sin control en la Isla sin que de momento se le haya puesto freno. Esta especie exótica invasora, de procedencia africana, fue introducida en la isla como planta ornamental y con los años se ha convertido en una plaga que desplaza a la flora local.
El Cabildo Insular ha realizado algunas actuaciones para frenar su avance pero sin una continuidad y la consecuencia es que cada vez hay más. En los márgenes de las carreteras, en laderas o en terrenos sin cultivar está esta planta cuya erradicación se ha complicado con el paso del tiempo.
El Gobierno insular, consciente de esta situación, ha incluido en los presupuestos de este año, según ha informado el consejero de Medio Ambiente, Juan Manuel González Luis, dos partidas económicas por importe de 30.000 euros, para asistencia técnica, y 50.000 euros para el Plan de Control. Estas partidas se verán incrementadas en 100.000 euros más de los fondos procedentes del remanente de tesorería del ejercicio 2016 y que se llevará a aprobación del Pleno próximamente y a continuación se empezarán las actuaciones correspondientes.
Por otro lado, también ha indicado que con el Plan de Empleo que el Cabildo pretende ejecutar de manera inmediata con los fondos procedentes de Fdcan, se van a invertir 700.000 euros en la contratación de personal para la erradicación de esta planta. En este plan de empleo se contratarán 42 personas durante 9 meses, pero se pretende continuar con los nueve años que le quedan de vigencia al Fdcan.
Antecedentes
No fue hasta el año 1997 cuando el Cabildo, bajo la presidencia de José Luis Perestelo y siendo consejero de Medio Ambiente Gerardo Hernández, ante el rápido avance de la implantación de esta especie por la isla, toma la decisión de llevar a cabo un plan de actuación que duró hasta 1999 y los resultados quedaron plasmados en un libro editado por el Cabildo y cuyos autores fueron Pedro Luis Pérez de Paz, Antonio García Gallo y Andreas Heene.
Desde entonces, las actuaciones que se realizaron hasta el año 2014 fueron puntuales, especialmente a borde de carreteras, y sin seguir, reconoce González Luis, una estrategia clara y definida.
Es en el año 2014 cuando el Gobierno de Canarias publica la Orden de 13 de junio por la que se aprueban las Directrices técnicas para el manejo, control y eliminación del rabo de gato (Pennisetum setaceum).
A partir de ese momento, indica el consejero, al menos se siguen esas directrices pero “sin ninguna estrategia clara ni actuaciones marcadas dentro de una planificación definitiva”.
En octubre de 2015, desde el Servicio de Medio Ambiente se le encarga al Consorcio de la Reserva de la Biosfera de La Palma una propuesta de realización de una Estrategia para la Gestión, Control y posible erradicación de Especies Exóticas Invasoras en Áreas Protegidas y Hábitats de Interés Comunitario de la Isla de La Palma.
Esta propuesta fue entregada al Cabildo y se le dotó económicamente mediante un convenio en el año 2016 con un coste de 50.000,00 €.
Los trabajos de elaboración de esta Estrategia se desarrollaron entre enero y junio de 2016, llevando a cabo las tareas de campo necesarias para la localización y georreferenciación de las poblaciones de rabo de gato existentes en la Isla.
Ese mismo año, 2016, se dotó una partida económica de 100.000 euros denominada “Convenio Reserva de la Biosfera Plan Control Especies Exóticas Invasoras”.
Sin embargo, según ha explicado González Luis, esta actuación no se pudo llevar a cabo debido al cambio de la figura que gestiona la Reserva de La Biosfera de La Palma, pasando de Consorcio a Fundación, y resultando reparados todos los convenios entre la Reserva y el Cabildo por parte de la intervención de fondos de la corporación insular, reparos que, asegura el consejero, permanecen al día de hoy y que no se han resuelto de forma favorable.
No obstante, pese a ello, indica el consejero, durante 2016 se siguieron llevando a cabo actuaciones puntuales en bordes de pistas y, específicamente, en las inmediaciones de la Red de Senderos de la Isla. Sin embargo, las intervenciones realizadas en general hasta ahora no parece que hayan sido eficaces a tenor del avance imparable de la planta.
El rabo de gato es una planta gramínea de origen africano que en la década de los setenta comenzó a conocerse en La Palma, donde rápidamente ocupó un territorio que llegó a representar unos 45 km2.
Esta planta se ha vuelto bastante antrópica ocupando parcelas de cultivos abandonados, edificaciones, escombreras, cunetas, desmontes y taludes de carreteras.
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yeoly
Erradicarlo no, controlarlo un poco tal vez.
Simplemente dejar de escarbar con palas hasta el ultimo m2 de la isla, y si no queda remedio replantar flora autóctona.
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GALVA
Amen a 007…
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pacoatanasio
El rabo de gato será todo lo negativo del imaginativo posible, pero luchar contra la “flora y fauna” autóctonas no es moco de pavo. Señores. Y señoras. Tolerantemente.
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Conmigotopaste
007 mira que el turismo masivo es malo eh!!!!! Mira que traer semillas de rabo de gato tu te crees oye oye …..al final tiene la culpa el turismo y todo jajajajajajajaja
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Conmigotopaste
Pues nada 007 y laverdaduele venga a rumiar jajajajajajajaja
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arique
Tremendo rollo que escribe, que puede que hasta lo piense para luego concluir que le da igual.
La especie invasora y mas dañina, somos los humanos
y si no estuviéramos la isla seria un lugar mejor y el planeta en general.
Somos unos BICHOS MALOS.
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Entre el turismo masivo y el rabo de gato se viene la isla abajo.
El rabo de gato ya es imposible de erradicar. Lo único que queda será controlar las poblaciones de esa planta, pero siempre habrá rabo de gato en la isla.
Si fuese posible quitarlas imagino que habrá gente que guardará semillas para que sigan creciendo y así poder asegurarse unos ingresos económicos mientras trabajan “erradicándolas”.
En los sitios africanos de donde procede hay rumiantes que se encargan de mantenerlas a raya, como por ejemplo las cabras y los camellos, pero en la isla de La Palma no hay nada que hacer, más que nada por la naturaleza del terreno montañoso, así que sólo queda disfrutar viendo esas plantas.
Se podría poner en marcha una industria de ramos ornamentales de rabo gato y vendérselos a los turistas, o hacer algún queso o cerveza con denominación de origen que contenga esa planta.
Algunos turistas se llevan espigas de rabo gato como recuerdo así que esa planta pronto se esparcirá por todo el planeta.
Dicen que por donde pasa el turismo de masas no vuelve a crecer la hierba, pero lo que no vuelve a crecer es la hierba autóctona, no el rabo gato.
Ale, a disfrutar del rabo gato. A mí esa planta no me molesta, me da igual.
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italeri
Las actuaciones que he visto hacer por el personal del Cabildo son de pena, no sé si por desinformación o por desidia, porque incumplían las mismas normas dadas por el Cabildo para la lucha contra esta especie.
https://www.facebook.com/medioambientelapalma/photos/a.1457323601168954.1073741828.1457318437836137/1736048413296470/
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Reflexionando
Decenas de miles de euros no bastan, suena al chocolate del loro. Controlar esta planta va a costar muchos millones, si se intenta en serio. Modesta sugerencia: yo empezaría por la carretera que sube a Los Brecitos, a las puertas de nuestro parque nacional. Aquello es de espanto.
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Ya tienen trabajo laverdaduele y croqueta ayuden a medio ambiente y traspasa, sigo pensando en que estaría este surullo pensando para ponerse de nombre croqueta
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