Nacho Pastor: "Se ha hecho justicia aunque no hay condena para compensar el dolor causado"

Ingnacio Pastor Teso, el abogado de la acusación particular y abogado de la familia Saray González, la estudiante palmera asesinada en 2015 en Las Palmas, considera satisfactorio el fallo judicial que se ha conocido este lunes y que codena a 19 años de prisión a su asesino, Alberto Mostesdeoca. “Aunque para la familia todos los años que pongan son pocos, desde el punto de vista purídico y profesional, como abogado, es una sentencia satisfactoria”, indicó.

Y que es tanto Pastor Teso como el fiscal pedían 20 años prisión par el joven una vez que por parte el jurado popular se descartó el ensañamiento, pero finalmente el juez le ha impuesto una pena de 19 años de cárcel.

El juez, recordó Teso, ha bajado un año por haber reconocido los hechos, “no ha sido un atenuante de confesión sino un reconocimiento, porque es lo que siempre hemos dicho, que él lo había reconocido pero no confesado y la defensa intentaba una atenuante de confesión que no hubo porque no colaboró; sí dijo que había sido él pero no fue una colaboración en el sentido que pide la juridisprudencia”.

La familia ha recibido la sentencia con un cierto alivio después de haber esperado dos años por la misma, aunque Teso admitió que no hay años en el código penal para compensar o retribuir ese hecho pero “por lo menos se puede entender que se ha hecho justicia”.

Tampoco el dinero va compensar nunca la vida arrebatada a Saray, de 27 años y estudiante de Relaciones Laborales, pero la indemnización de 300.000 euros establecida en el fallo judicial para los padres (150.000 euros para cada progenitor) y de 100.000 euros para la hermana de la víctima, es la que había pedido la acusación particular que ejerció Teso. “El dinero no va acompensar nunca el daño causado pero sí que se ha acogido nuestra petición”, señaló el abogado pues “el fiscal pedía una cantidad, nosotros la elevamos sensiblemente y el juez ha entendido que había motivos suficientes en ponderación y teniendo en cuenta el daño moral que se había causado a la familia”.