El biólogo Rafael García Becerra asegura que “no tiene nada que envidiar a Los Jameos del Agua”
Está previsto que el Cabildo abra las puertas el próximo año del Centro de Interpretación de las Cavidades Volcánicas Caños de Fuego – Cueva de Las Palomas
A la izquierda, la sala principal de la Cueva, y a la derecha el biólogo y espeleólogo Rafael García Becerra.
El próximo año, el Cabildo de La Palma abrirá las puertas al público el Centro de Interpretación de las Cavidades Volcánicas Caños de Fuego – Cueva de Las Palomas, una vez concluyan las tareas que se están ejecutando para dotarlo del equipamiento necesario, que incluye el proyecto museográfico, producciones audiovisuales interactivas y el mobiliario de salas accesorias, cuya inversión asciende a 510.000 euros.
Rafael García Becerra, biólogo y director de Vulcania. Revista de Espeleología del Archipiélago Canario, conoce a fondo este espacio, y desde el año 1996, junto al también biólogo palmero Francisco Govantes, presentaron al Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane una propuesta en este sentido, realizando posteriormente nuevos informes sobre el tubo volcánico para el consistorio y el propio Cabildo.
Para García Becerra, la importancia de la Cueva de Las Palomas “radica en su riqueza geomorfológica”. “Desde el punto de vista de las estructuras que suelen aparecer en los tubos volcánicos, prácticamente están todas. Todo lo que se llama espeleotemas, es decir, chimeneas, conducto de gasificación, cornisas, columnas, (…) y eso le da una enorme riqueza a la Cueva”.
Destaca que es muy practicable en unos 560 metros y “el tramo de arriba tiene 12 bocas por la que entra luz natural”. Está convencido de que tiene “muchísimas ventajas y atractivos para el visitante”. “Desde el punto de vista geológico es muy singular y no tiene nada que envidiar a otras cuevas que se han hecho en Canarias visitables”, añade.
En cuanto a la fauna, el entomólogo palmero señala que “es muy interesante” y concreta que han contabilizado unas 12 especies cavernícolas. “También hay vertebrados como murciélagos, palomas, ratas, grajas que se meten allí y anidan, algún cernícalo, lagartos, conejos, (…). En la Cueva se genera todo un ciclo de vida”.
García Becerra está convencido de que la Cueva de Las Palomas “no tiene nada que envidiar a Los Jameos del Agua”. A pesar de que reconoce que “Los Jameos tiene un atractivo maravilloso que es el agua y el cangrejo, pero nosotros tenemos que resaltar la geomorfología y explicar muy bien cómo evoluciona y se forma una cavidad”.
El biólogo lamenta que no se haya hecho antes esta iniciativa, que permitirá “diversificar la oferta turística”. Señala que en este tiempo se han hecho visitables en Canarias cuatro cavidades: La Cueva del Viento, en Tenerife; Los Jameos del Agua y la Cueva de Los Verdes, en Lanzarote, y la del Valle de Esquinzo, en Fuerteventura”.
Además destacó el carácter histórico de este espacio generado por la colada de lava de la erupción histórica del Volcán de San Juan en 1949. “Todas las lavas del canal de 1949 construyeron 12 cavidades, desde el Llano del Banco hasta la playa de La Murga, pero el más grande y espectacular es ésta y la Cueva del Vidrio”, donde se encuentra el Centro de Interpretación.
Cabe destacar que los visitantes, en el Centro de Interpretación, tendrán información de las distintas cavidades volcánicas del Monumento Natural de las Coladas del Volcán de San Juan que incluso podrán llevarse una primera impresión de la sensación de estar dentro, puesto que el inmueble también tiene un acceso a una zona de la Cueva del Vidrio.
Por último, García Becerra llamó la atención sobre la necesidad de regular de alguna forma el acceso a las cavidades en La Palma. “Ahora mismo hay gente que está llevando visitas a cuevas, donde debería estar solo permitido el acceso a quienes están realizando estudios científicos”, dada la fragilidad de la fauna que habita en esos entornos. A esta medida de control contribuye que haya una cueva “oficial” para los vistantes y, sobre todo, “concienciando”, concluye.
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