Plataneras. Grupo Etnográfico Baile Bueno.
Dentro del programa de la Feria de Artesanía Local de Tazacorte, de las Fiestas de San Miguel, hoy miércoles,16 de septiembre, se inaugura la exposición etnográfica "Viejos útiles de la platanera" que permanecerá abierta hasta el próximo domingo de 17:00 a 20:00 horas.
La colección de estos viejos útiles pertenecen al Grupo Etnográfico Baile Bueno, del barrio de La Laguna (Los Llanos de Aridane), que dirige Juan Marcelino Rodríguez Ramírez con la colaboración de María Victoria Hernández Pérez.
La colección expuesta recoge unos 200 útiles que muestran lo que ha sido la historia y es el cultivo de la platanera en el Valle de Aridane, en poco más de 100 años de su implantación como monocultivo de exportación en La Palma.
En ese tiempos trascurrido se han catalogado, al menos, tres maneras diferentes de embalaje de exportación: en guacales de madera, especie de jaulón dónde se depositaban las piñas protegidas por paja; embalaje de papel acolchado con pinillo de los montes de La Palma y cuñas de papel y pinocha que protegen a las manos de plátano del rozamiento en el trayecto hasta el puerto de destino; y el último, y más reciente, el desmanillado del racimo o piña de plátanos y el embalaje en cajas de madera [utilizadas por la casa exportadora del bagañete Rodrigo Rodríguez Rodríguez] y cartón.
La lucha contra las plagas tiene una amplia representación con antiguas bombas de cobre y sus correspondientes mangueras y surtidores y las máquinas de sulfatar, ahora más ligueras de peso y cargadas a la espalda del agricultor. Además los clásicos recipientes metálicos que contenían los productos autorizados, hace años, para combatir las plagas.
Completan esta labor del lavado de la fruta en el campo el llamado cucurucho hecho con un saco de "tres rayas" (cien kilos) que protegía la cabeza y el cuerpo del agricultor; un curiosísimo útil llamado "la pantalla": recipiente de lata que recogía la destilación de los productos líquidos dados a la piña y su posterior colado y reutilización en otras piñas. En este duro trabajo del "lavado" el agricultor platanero utilizaba una cachimba de tapa con el fin de proteger del agua y el "veneno" el tabaco prendido y al mismo tiempo le hiciera más llevadero el fuerte y desagradable olor de los productos.
Los útiles de la rotulación (sorriba) de terrenos: picos, baldes de hierro, cestas de vara de laurisilva, barras de hierro, marrones, martillos, guatacas…
La platanera ha generado subproductos que en un tiempo fueron incluso objetos de venta y exportación. Nos referimos a los ariques, obtenidos de las cepas secas (tronco) que se utilizaban para el amarre de tomateros y otras producciones agrarias. Su método de elaboración se hacía con una tabla a la que en un extremo se alineaban varias filas de clavos paralelos que eran los encargados de rajar la badana.
Otro espacio será dedicado especialmente a las construcciones de "chabolas" de veraneo con badanas de plátanos secas, tan usuales y recordadas en el litoral de El Puerto.
En esos lejanos tiempos, dónde no había teléfonos, la tocata de un bucio en las montañas avisaba a los cosecheros del "corte" y a los arrieros de preparar las "bestias" (ganado equino) con albarda y barandillas para acudir a recoger la fruta y llevarlas a la Casa Exportadora. Un mástil con una bandera, sobre la sima de la montaña, marcaba el tamaño de las piñas a cortar. Si la bandera estaba en lo más alto las piñas debían ser de tamaño grandes y a media asta mediano.
Un antiguo sistema de calificación por el tamaño de la piña se ha recuperado y se encuentra expuesto. Consiste en un sencillo útil de madera con un palo vertical giratorio sobre si mismo y unas varas, también de madera, horizontales y paralelas a distinta altura. La piña se colocaba paralela al palo vertical y según marcaba las varas horizontales era su clasificación en la casa exportadora.
Cuchillos, machetes, cuchillos, dediles de protección en la desfloración, el burro (especie de escabel fijo), barretas de deshijar, estacones y estaquillas de madera, marcadores metálicos con las iniciales del propietario de la finca, escudos de cerámicas del Instituto Nacional de Colonización, azadas, pinceles de pelo de caballo, el cesto de la comida con el garabato y la lata que le protegía de los ratones, porrones, la pesa.
Estos útiles y otros muchos más se encuentran en esta exposición además de una colección fotográfica, documentación de casas exportadoras, estampillas de clasificación, facturación de frutas de los años 20 y 40, publicidad de los años 30 en el revista Blanco y Negro y otros
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