Habrá relevo generacional. La convocatoria de la Transvulcania Kids-Junior La Obra Social lo dejó asegurado en una jornada de máxima emoción para organizadores, acompañantes y, por encima de todo, los participantes.
Fueron 800 los niños que se dieron cita en la zona del Refugio de El Pilar para formar parte de una actividad con la que la Transvulcania pretende fomentar varios aspectos fundamentales en la formación y el crecimiento de los más jóvenes.
De esta forma, la prueba sigue la línea marcada desde el primer día a la hora de transmitir los valores del deporte y el respeto por el entorno natural, magnífico, que tienen alrededor.
Así, en la jornada de esta tarde no hubo vencedores, no hubo vencidos, hubo Transvulcania, hubo ilusión y hubo agua para regar esa semilla implantada por la prueba en todo el territorio de La Palma que hace latir el corazón de cada uno de los palmeros al ritmo de su Transvulcania.
“Como siempre he dicho esta es la carrera de La Palma, de toda su gente”, reconocía bajo evidentes síntomas de emoción Ascensión Rodríguez, la consejera de Deportes del Cabildo Insular de La Palma, que admitía su enorme satisfacción por “poder comprobar, como siempre, en primera persona, que la Transvulcania es algo que vive en cada uno de nosotros desde tempranas edades” y que el respeto y el cuidado de la riqueza natural de La Palma “es algo que ya casi viene de serie entre los jóvenes”.
“Para nosotros sigue siendo una prioridad el fomento de cualquier actividad deportiva con los más jóvenes, inculcarles esa fiebre por los hábitos de vida saludables, la naturaleza y todo lo que nos aporta el deporte de forma generalizada como son esos valores de compañerismo, solidaridad, cooperación… todo lo que coincide con los que promovemos nosotros, que son calidad, confianza y compromiso social”, reflejaba Laura García, la máxima responsable del área de Negocio de Caixabank en La Palma.
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arique
Lo que si deseo de verdad y espero, que esos niños y niñas no solo tengan futuro en la “transvulcania juvenil” también es importantísimo para ellos y sus familias que tengan posibilidades de bienestar y futuro en su isla, si es que lo desean.
El perder tantos valores humanos con el tiempo llegara a no ser asumible para el equilibrio generacional y preservar las tradiciones hereditarias en el mejor sentido de la honestidad y de nuestra esencia como pueblo noble.
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