El Nobel de Literatura agradeció al IAC su invitación porque la “experiencia ha sido extraordinaria”. La noche de La Palma, dijo, permite ver las estrellas de una manera más diáfana, mucho más precisa
El escritor manifestó tras la experiencia vivida en apenas 48 horas en la isla y en el Roque que hay que acercar la literatura a las estrellas
Vargas Llosa con Rebolo.
Acompañado del director del Instituto de Astrofísica de Canarias, IAC, Rafael Rebolo, y sin la presencia de Isabel Preysler, compareció ante los medios en el hotel Hacienda de Abajo de Tazacorte el Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, para contar la experiencia vivida en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, donde pasó la noche observando las estrellas invitado por el IAC, en el marco del proyecto “En un lugar del Universo…” con motivo del IV centenario de la muerte de Cervantes.
Pese la brevedad de la estancia de apenas dos días, Llosa dijo que había sido de “enorme significación para mí y estoy seguro que también para Isabel” a la que siempre hizo referencia en su intervención con los medios. “Es la primera vez que vengo a La Palma y espero que no sea la última”, dijo el escritor hispano que no escatimó elogios para la isla bonita. “La verdad es que la isla es preciosa, ya me habían dicho que era muy diferente de las otras y lo he comprobado, con una geografía muy propia, muy peculiar”.
La experiencia de pasar un día y sobre todo una noche en el Observatorio de La Palma, fue para Vargas Llosa “realmente única, no sólo por la riqueza de la misma, lo que significa a través de esos telescopios tan poderosos visitar el Universo, acercarse de alguna manera a ese espacio infinito del que formamos parte, sino también por todas las explicaciones que he recibido, las informaciones del propio director del Observatorio y la experiencia de vivir de cerca lo que es la vida de un astrónomo, la manera de cómo esta disciplina lleva a conocer esa inmesidad de la que formamos parte, en la que la ciencia ha avanzado tanto sin resolver todos los problemas, por el contrario, añadiendo más preguntas a las muchas que nos hacíamos sobre de dónde venimos, adónde vamos, qué significa formar parte de esta inmesidad sin límites”.
“Ha sido una experiencia realmente extraordinaria”, insistió el escritor peruano que se mostró muy gradecido al IAC por lo que calificó como una “generosa” invitación. “Hablo en primera persona pero estoy seguro de que lo comparte en buena parte Isabel, que me ha acompañado en este viaje”. Un viaje y una estancia en el Roque “paseando entre las estrellas”, que consideró una “fuente riquísima de inspiración”.
“Hay que acercar la literatura a las estrellas”, dijo el autor de Conversación en la Catedral tras la experiencia vivida en estas 48 horas en la isla y en el Roque de los Muchachos. Me pidieron en el instituto, indicó, que sintetizara en una frase la experiencia vivida y se me ocurrió esta frase que no sé si expresa exactamente todo lo que quisiera decir en ella.
En cualquier caso, lo que sí afirmó con seguridad es que “la noche de La Palma permite ver las estrellas de una manera más diáfana, mucho más precisa, ver la vía láctea, los astros que nos rodean acercándonos a ellos a través del telescopio, escuchando las explicaciones de los astronómos, viviendo allí la experiencia es algo que tiene una estética, es algo muy bello, y al mismo tiempo nos hace ver lo pequeños, los frágiles que somos los habitantes de este pequeñísimo planeta en comparación con la infinidad de planetas que ocupan ese espacio que no tiene límites, que según las explicaciones de los astrónomos podrían tener un principio según ciertas teorías”.
La astronomía es una disciplina donde se rompen las fronteras entre la física y la metafísica y, entonces, además de una experiencia estética, hay una experiencia no solo científica sino también espiritual. De alguna manera, señaló Vargas Llosa, “nos acerca un poco a esa gran indagación de qué somos, de dónde venimos, adónde vamos, hay algo detrás de todo esto o simplemente todo esto nació del azar, de la casualidad. En todos estos sentidos la experiencia aunque breve ha sido muy intensa y seguramente muy duradera”, indicó.
Al final ya de la intervención apareció Isabel, que sobre la marcha captó la atención de los medios hasta que definitivamente dejaron el hotel, en el que se dieron cita autoridades como el presidente del Cabildo, Anselmo Pestana, o la alcaldesa de Los Llanos, Noelia García, y escritores como Elsa López y Anelio Rodríguez.
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