Los almendros de mi isla

Mi almendro florido

vestido de encajes

con el sol de enero

y la brisa clara.

A la luz del alba

deja ver su manto

y asoma radiante

su corola blanca.

Cada flor que anida

en su brazo alado

es miel en la brisa

es voz de su canto.

Mi almendro florido

 de novia vestido

anhelo tu sombra

 tu nube de encajes,

pétalos tejidos

de aurora y rocío

con sol del invierno

y otoño escondido.

No te vayas nunca

quédate por siempre

en nuestros dominios,

exhalando efluvios

robando suspiros

tejiendo ilusiones

bordando caminos…

Soñaré a tu sombra

te brindaré mimos

te daré mis besos

mis tiernos desvelos

de noche y de día,

pero no te vayas

 almendro florido,

quédate por siempre

en nuestros dominios.

Marynieves Hernández