Medio Ambiente lleva a los centros escolares un programa de concienciación sobre el peligro de la introducción de especies exóticas en las islas

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo Insular de La Palma ha puesto en marcha un proyecto para que alumnado de primaria y secundaria tome conciencia sobre las amenazas que suponen las especies exóticas invasoras para la biodiversidad nativa, las infraestructuras, el patrimonio histórico, los cultivos, los animales domésticos, el ganado e incluso para la población humana.

El programa, denominado Safari Alien, consiste en charlas y talleres que se impartirán en centros educativos de todos los municipios de la isla. Se ofrecen nociones sobre la identificación de las especies nativas así como de las especies exóticas más frecuentes. Además, cada centro educativo realizará una visita a parques urbanos, rurales o al entorno natural cercano con el alumnado que ha participado en los talleres junto a biólogos para identificar y clasificar in situ las especies de fauna que se observan durante el recorrido.

Para el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma, Juan Manuel González, “este proyecto es muy atractivo para el profesorado y para los estudiantes palmeros ya que incide en objetivos que desde el Cabildo consideramos fundamentales, como son no sólo conocer más y mejor la naturaleza de nuestra isla, sino también concienciar sobre la importancia de proteger nuestras especies autóctonas tanto de flora como de fauna”.

El proyecto se completa a través de la página de Facebook de Safari Alien, donde se establecerá el vínculo entre los jóvenes científicos, la Fundación Neotrópico que desarrolla el proyecto, los centros educativos implicados y las entidades gubernamentales participantes. A través de esta página, los participantes en los talleres podrán añadir fotografías y datos de los avistamientos que se produzcan tanto durante la realización de las actividades, como en sus rutinas cotidianas. Las fotografías serán usadas para identificar las especies avistadas y llevar un control de la aparición y potencial asentamiento de nuevas especies.

“Estamos ante un ejemplo de ciencia ciudadana participativa, en la que se invita a los pequeños y jóvenes a ser vigilantes de la naturaleza”, señala el consejero insular de Medio Ambiente.