El 'feeling' perfecto: La Palma y Transvulcania

Un año más, y ya van once, ha vuelto a producirse la fusión mágica entre La Palma y Transvulcania.  Suena a tópico decirlo, es verdad, pero se trata de una realidad incontestable contemplar cómo la Isla en su conjunto experimenta una metamorfosis el día grande de la mayor prueba deportiva que se celebra en La Palma.

Una prueba en la que el nivel deportivo lo ponen los atletas de élite; el orgullo los corredores aficionados que se vacían para llegar a la meta, y el calor la enorme cantidad de aficionados que arropan a los participantes desde la salida en Fuencaliente hasta la llegada en la meta de Los Llanos de Aridane.

Transvulcania  viste a La Palma de excelencia, con la organización de una prueba de este nivel que requiere de un despliegue profesional y técnico de primer nivel; que mueve además a multitud de voluntarios, que dan su tiempo y lo mejor de sí para que nada le falte a los grandes protagonistas, los corredores, y que sitúa a la Isla en la cumbre de un deporte que cuenta cada vez con más seguidores.

Transvulcania de alguna manera simboliza también que cuando las cosas se hacen desde la unidad salen bien. Es una prueba en la que la empresa pública Sodepal y el Cabildo de La Palma tienen el liderazgo, pero en la que se implican el Gobierno de Canarias, los catorce ayuntamientos y la Administración del Estado, además de organizaciones civiles y de voluntarios.

Transvulcania es un icono, y lo ha vuelto a ser, de La Palma. Ya no solo por algunas de las estampas que se han vuelto representativas de esta prueba, como la salida del faro de Fuencaliente, el paso de los corredores por el Roque de Los Muchachos o la mítica meta en Los Llanos de Aridane, sino porque es una marca de prestigio con la que la Isla se presenta al exterior.

Por los senderos de La Palma han corrido y andado este sábado miles de personas. Nombres como los del francés Garrivier y la holandesa Debats han subido al palmarés de esta prueba, donde están los mejores del mundo del trail. También hay quienes, por diversos motivos, no han podido culminar la travesía. Son muchos también los ciudadanos que saliero n a las calles a dar aliento a los atletas y a sumarse a este gran día de fiesta en el que se ha convertido, una vez más, Transvulcania.