36 personas con discapacidad disfrutan del servicio de atención en playa que presta Cruz Roja

El pasado 1 de agosto, Cruz Roja dio comienzo el "Servicio de Atención en Playa a personas con discapacidad" en La Palma, adjudicado por el Cabildo a la Institución a través de un concurso de licitación que estará vigente durante dos años, con posibilidad de prórroga por un año más. El coste total de esta prestación, asumida en su totalidad con fondos propios de la corporación insular, asciende a 45.582 euros (incluyendo el IGIC que son 2.982 euros).

El objetivo de este servicio es proporcionar y posibilitar el acceso a las personas con discapacidad (cuadriplejia, discapacidad motora, hemiplejia, discapacidad motriz asociada a daño neurológico y discapacidad intelectual), mayores de 21 años a las playas de Bajamar, en el municipio de Brena Alta, y Puerto Naos, en Los Llanos de Aridane, con el fin de que puedan disfrutar de los beneficios que les proporciona un baño en el mar y de este espacio libre para el ocio del que todos debemos de tener acceso y que, además, para este colectivo tiene una función terapéutica y rehabilitadora.

Actualmente, este servicio ofrece atención a un total de 36 personas (19 usuarios en Bajamar y 17 en Puerto Naos), que según su perfil han sido derivadas por los Servicios Sociales del Cabildo de La Palma. El número máximo de usuarios que se atiende en un mismo turno es de 10 por playa pero no existe un límite de inscripciones al proyecto.

Para atender estos dispositivos, que tienen una duración de un mes en el periodo estival comprendido entre el 1 de agosto y el 15 de septiembre, en horario de 9.00 a 13.00 horas, de lunes a viernes, Cruz Roja cuenta con una gran cantidad de recursos materiales, como 4 sillas y 4 pares de muletas anfibias, dos carpas de 5×5, ubicadas una en cada playa, diverso material para las actividades, 2 dispensadores de agua para uso de los usuarios, 2 vehículos de transporte adaptado, y equipos informáticos para la labores administrativas necesarias.

Asimismo, la Institución dispone de un equipo humano especializado compuesto por 20 personas, entre personal contratado y el voluntariado. En concreto, se cuenta con 6 monitores, 2 auxiliares de enfermería, 2 fisioterapeutas, conductores, etc., repartidos entre las dos playas donde se desarrolla el servicio.

El programa de actividades de este proyecto social, que es muy variado, contempla, entre otras acciones, diversos talleres ocupacionales (manualidades con pintura, goma eva, arcilla, etc.), actividades lúdico-deportivas y culturales, dinámicas de grupo, juegos de mesa y otros alternativos, servicio de fisioterapia y rehabilitación tanto en el agua como en la arena, y apoyo para el baño adaptado en el mar.

Asimismo, Cruz Roja se encarga de realizar el traslado de todos los usuarios desde sus domicilios a la playa correspondiente (ida y regreso), en los vehículos adaptados necesarios.

En palabras del secretario provincial de Cruz Roja, Domingo Pérez, "facilitar un mayor acceso a actividades sociales, laborales y educativas que evitan el aislamiento y fomentan la confianza en la autonomía personal y la integración en el medio natural, son los objetivos de Cruz Roja en su trabajo con las personas afectadas por discapacidades físicas, psíquicas y sensoriales. Concretamente, con este proyecto se pretende facilitar el acceso de las personas con discapacidad o movilidad reducida, a uno de los entornos naturales más próximos que le ofrece la orografía de esta isla, como es el mar y acceder al disfrute del baño en el mismo".

"Hasta ahora los usuarios han expresado una gran satisfacción con este servicio ya que para ellos la playa ha supuesto un recurso de esparcimiento y desconexión de su rutina diaria, mejorando su bienestar físico y emocional", añade Domingo Pérez.