La gerencia del Hospital muestra "su total apoyo" a las medidas organizativas adoptadas por la Dirección de Enfermería en la UCI

Es un problema de competencias. La Dirección de Enfermería es equiparable a la Dirección Médica y cada una gestiona a su personal. La Gerencia está por encima de ambas. De hecho son nombramientos de Gerencia. En los Servicios Hospitalarios el personal depende de una u otra Dirección. La figura del Jefe de Servicio es prácticamente simbólica, y solo controla al personal médico, y equiparable a la figura de Supervisión , en lo que respecta al resto de personal. El tradicional modelo de Jefe de Servicio controlando a todo el Servicio ya no existe, en general, en España. Ha sido sustituido por el poder casi absoluto de las Gerencias, que delegan, más o menos, en las Direcciones. Un Jefe de Servicio no “controla”, actualmente, al personal no médico. Ni casi al médico. Puede hablar con las respectivas Direcciones para lo que considere oportuno. Puede sugerir muchas cosas, y pueden hacerle caso, o no. Si considera algo referente al personal, tiene que proponerlo a la Dirección
correspondiente. Esto puede llevar incluso a conflictos entre las Direcciones Médica y de Enfermería, que tiene que resolver la Gerencia. El caso de la UCI de La Palma es muy particular. El Jefe ejerce de tal con el concepto tradicional. O, al menos, hasta ahora lo hacía. Su opinión era tan valorada que todas las Direcciones y la Gerencia apoyaban sus muchas propuestas, de ahí los grandes logros conseguidos. De ahí estar tan bien valorada en toda Canarias. Por hacer un símil. En el Barsa no manda Mesi. Pero sus opiniones son tenidas muy en cuenta. Porque si no está a gusto el equipo no va a rendir tanto. Si él prefiere jugar con Luis Suárez que con otro, aunque pueda ser incluso mejor, quien manda, seguro que preferirá poner a Súarez, porque si el proyecto no funciona, el que acaba fuera del club seguro que no va a ser Mesi.