El reconocimiento a los 40 beatos martirizados en imágenes

Tanto unos como otros eran gentes de su tiempo y occidente estaba expandiéndose por el mundo e imponiendo sus ideas porque creían que eran las correctas, desde la perspectiva histórica hoy esas acciones son reprochables y punibles pero no entonces.
No debemos hacer hoy un juicio a la historia desde nuestra perspectiva actual, un ejemplo, la inquisición, la iglesia actual no creo que la defendiera como método para encontrar la verdad y convertir a la fe, pero en su tiempo era lo que consideraron “correcto y legítimo”
Con esto sólo pretendo que comprendamos que lo correcto o lo incorrecto depende mucho de una perspectiva histórica, lo que era bueno ayer no lo es hoy y lo que lo es hoy no lo será mañana.
Un asesinato mire como se miré siempre es un delito, pero no lo veía así César ni Robespierre, cuando actuaban uno en nombre de Roma y el otro en nombre de la Revolución.
Po otro lado no comprendo el porqué de tanta polémica por una cosa como la inauguración de un monumento recordatorio, todos los pueblos, levantan monumentos y recordatorios a sus héroes, líderes, gestas, etc., y nunca todos están de acuerdo porque entre otras cosas la historia siempre la escriben los vencedores.
Finalmente diré que personalmente no me siento responsable de los desaguisados del pasado cometidos por los que vivieron antes de mí, ya tengo suficiente con asumir mis propios errores.

Ni ayer, ni hoy, ni mañana dejará de haber posturas extremas en nombre de “Dios” y no es por culpa de él (el pobre ni siquiera existe) si no de los que aplican sus “enseñanzas” en su nombre.
Como casi todo el mundo me he leído la biblia y también el Corán y básicamente ambas son buenas (como digo si quitamos la parte divina) ambas tienen una filosofía de vida que podría ser la filosofía natural y lógica pero quienes la practican, mejor, quienes dicen ser sus intérpretes (curas e imanes) la tergiversan y la llevan a su terreno con la única intención de dominar y someter a sus semejantes.
En el caso que nos ocupa, ni los conquistadores eran santos (la mayoría eran sólo aventureros iletrados) ni los indígenas tampoco (muchas pruebas hay de crueldad de la religión azteca, por ejemplo) pero no es cuestión de hacer balance ahora y echarnos las culpas unos a otros, la historia hay que mirarla de una forma sincrónica y no juzgarla de una forma diacrónica que es lo que normalmente hacemos.
Estos 40 misioneros cumplían con lo que ellos creían era su obligación como cristianos y lo que dictaba su fe y sus autoridades, los hugonotes que los asesinaron tenían los mismos motivos, su fe. Quizás los misioneros no llevaran personalmente armas ni malas intenciones en su viaje al Brasil pero despejarían el camino a que vinieran otros con no tan buenas intenciones.
Crecí oyendo la historia de los mártires de Tazacorte, viendo uno de sus cuadros en la ermita de Las Angustias (por cierto en ese cuadro recuerdo que el texto había sido corregido y se leía “lo mártires de esta corte” en lugar de Tazacorte) e incluso asistí a clase en la casa Monteverde y hasta fui al cine pero nunca juzgué sus motivos porque siempre fueron para mí hombres de su tiempo.
Tampoco debemos caer en la defensa indigenista victimista (como dije ellos tampoco eran santos) y hay una anécdota que ilustra bien lo que digo, he leído varias versiones, una de ellas (básicamente todas concluyen en lo mismo) es referida a Claudi Esteva, catedrático que en una de sus visitas a México le increpó un mexicano (descendiente de español) que si no tenía vergüenza de lo que habían hecho sus antepasados en México y este le contestó “los míos no, caballero, los suyos, los suyos”
Señores, dejemos la religión dentro del corazón de cada uno y no seamos más papista que el Papa, los símbolos nos recuerdan nuestra historia y si no conocemos de dónde venimos difícilmente sabremos donde vamos.