Inés Galindo, Nieves Sánchez, Esther Martín y Carmen Romero en la necrópolis de La Cucaracha.
La Consejería de Cultura y Patrimonio Cultural del Cabildo Insular de La Palma, que dirige Jovita Monterrey Yanes, está interesada en llevar a cabo estudios e investigaciones geológicas y arqueológicas sobre diferentes yacimientos benahoaritas en los que ambas ciencias pueden aportar datos relevantes para explicar el uso y la funcionalidad de los mismos. El conjunto más interesante es, sin duda, la necrópolis de La Cucaracha (Villa de Mazo), aunque también se pueden extender los trabajos a la zona del Volcán de San Antonio (Fuencaliente), las cabañas del Barranco de Las Ovejas (El Paso), etc.
En esta línea, el director del Museo Arqueológico Benahoarita, Jorge Pais Pais, visitó la necrópolis de La Cucaracha (Montaña de Las Tabaibas. Villa de Mazo) con las geólogas Inés Galindo y Nieves Sánchez, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Carmen Romero, de la Universidad de La Laguna, y Esther Martín, del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife. También formará parte del equipo Juana Vegas (IGME).
En el yacimiento funerario de cremación de La Cucaracha sobresale el hallazgo de una serie de bloques lávicos con huesos humanos engastados. Los primeros estudios apuntaban que estas piezas podrían obedecer a que una necrópolis benahoarita se había visto afectada por una erupción volcánica en las inmediaciones. No obstante, los estudios geológicos apuntan que en estos parajes no ha existido ningún volcán en los últimos 2000 años, coincidiendo con la época en que vivieron los indígenas y la población histórica de la Isla.
Estudios realizados por el vulcanólogo Juan Carlos Carracedo plantearon la hipótesis de que esos bloques de lava con restos humanos procedían de las lavas de La Malfurada (Cumbre Vieja), muy alejadas del yacimiento, por lo que hubieron de trasladarse hasta la costa del cantón de Tigalate, actual municipio de Villa de Mazo.
Sin embargo, las recientes excavaciones arqueológicas, dirigidas por la paleoantropóloga Nuria Álvarez Rodríguez, apuntan en otro sentido. Y esta incógnita es, precisamente, la que puede ayudarnos a resolver los estudios geológicos que pretende llevar a cabo este equipo de investigación. En este sentido, Jorge Pais señala que son, precisamente, los equipos multidisciplinares los que pueden arrojar luz sobre diferentes aspectos de los antiguos palmeros.
Por su parte, Jovita Monterrey, señala que, desde su Consejería, se llevarán a cabo todos los esfuerzos necesarios para inventariar y estudiar los conjuntos de interés geológico de La Palma, máxime cuando, como en este caso, ambas ciencias pueden contribuir a resolver uno de los enigmas más interesantes de Benahoare.
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