El Gobierno apela a la sensibilidad a los cazadores para evitar el abandono de hurones

Pues no estoy totalmente de acuerdo, algo o alguien falla. Para la caza y quien la practica se necesita estar en posesión de un examen psicotécnico y, quien se lo realiza deberá tener la suficiente experiencia y perspicacia que le permita darse cuenta de las aptitudes y estado mental del supuesto “trastornado.” Sin embargo se les concede sin mayor requerimiento que el pagar sus tasas.

El arruí no lo ha introducido el cazador, y si fuese así, igualmente se le elimina del hábitat que están ocupando en estos momentos, ya que la destrucción de la flora a la que invade (necesita alimentarse) ya no se le puede achacar al pastoreo, como norma corriente para justificar su supuesta responsabilidad.

Con respecto al hurón habría que hacer un estudio y ver qué especies son sus victimas y si las mismas intervienen en la conservación y equilibrio de la naturaleza en nuestra Isla. Si el problema es el conejo, como su principal víctima, pues que la exterminen, que ha sido otra especie introducida por los castellanos invasores-conquistadores para solaz divertimento y esparcimiento de estos caciques en sus feudos y nos ha quedado tan maldito y devastador regalo hasta hoy.

Así que por tanto, aceptamos que tanto el conejo y en especial el arrüí es el cazador quien no deja que se elimine, que aunque no lo parezca “tiene potestad para ello” y las razones o motivos creo que huelgan comentarios.

Esto ha sido como en Australia. Igualmente introducido allí el conejo con los mismos motivos, actualmente abrimos un grifo y nos salen los mismos. Una plaga maldita de la que no logran, ni lograrán eliminar nunca. Nosotros tampoco. Así qué el hurón sería un buen aliado de quienes necesitan conservar su cultivo tras nueve durísimos meses de un trabajo más propio de esclavos de galeras qué de del hombre actual. Recordemos que aquí existen cultivos donde el mecanizado, el industrializarlo es completamente imposible, por lo que se lleva de manera manual, artesanal hasta conseguir el resultado final: el fruto.

Digo esto pues parece qué, algunos intelectuales desconocen lo que es estar con la cerviz doblada, bajo ese Sol abrasador, bañados en sudor, para cuando se incorpore, después del tiempo comentado, vea su cosecha devorada, destruida para años siguientes sin poder remediarlo. ¡Aaah! La valla, no importa, hacen a la perfección túneles bajo las mismas y penetran, haciéndole ese simpático corte de mangas al dueño de tan cuidada y mimada parcela.

Asunción del hecho: más hurones sueltos, cría y repoblación de los mismos para mantener a raya a los conejos. Si no existen piezas suficientes para divertimento de tal afición pues …, ¿Qué les voy a decir?

Creo que el hurón podría catalogarse de peligroso carnívoro según quienes se vean o no afectados por las plagas de depredadores vegetales: los conejos. En este caso, devastadores, aniquiladores causantes de incontables pérdidas, especialmente a los viticultores. De ello puedo dar cumplida respuesta acompañada de estadística, que si sumamos la sequía que nos asola, los ánimos hacia este cultivo se multiplica.

Ya que entre nuestros aliados, la mixomatoxis, era quien hacía muy bien “su trabajo” manteniendo a raya la población de estos simpáticos animalitos, los mismos han conseguido hacer una selección natural muy resistente a la misma, digamos qué, como aliado si, pero no tanto.

Confiar en los cazadores como controladores de la cinegética, más bien nó, ya que entre los lepóridos y los chicos de la “Beretta doble cañon” la vid se verá severamente afectada, pues recordemos que también se hacen acompañar de sus “amados “ perros quienes forman ese trío perfecto para al menos acordarnos de toda su familia.

Pero no nos preocupemos si la población de lepóridos baja y el divertimento de ese colectivo cazador se deprime, para eso están las granjas, que se ocupan de la cría y suelta de lindos conejitos. Si le causan daños no se preocupen, soliciten las preceptivas ayudas que Papá Estado les atenderá gustosamente previa solicitud y justificación de los daños.

La caza son votos muy válidos y numerosos en política, aunque no lo parezca, sin embargo creo que ya que hablamos de hurones, pues más crías sueltas, granjas de cuidados y posterior suelta de los mismos, ya qué son simplemente carnívoros y a nuestros huertos y cultivos de viticultura no les interesa. ¿Qué mejor solución?

Con respecto a lo comentado, pueden encontrar en la red centenares de artículos de la cría, reposición y suelta del conejo, teniendo en cuenta que aquí, en nuestra isla se está haciendo igualmente, no íbamos a ser menos. En cuanto al cazador, vean lo que es hacerles “el piano” a sus perros, el mejor amigo del hombre. ¡Patético!

Y…, ¿el peligro es el hurón?