El turismo europeo bajó un 78% en verano y las expectativas para el invierno son "desoladoras"

Antes venían turistas de calidad, pocos turistas, sobre todo jubilados con mucho dinero y casi siempre universitarios. Ahora viene gente de todas partes, pero la mayoría con una mano delante y otra detrás, sin un céntimo.

Cuando un sitio se convierte en un enclave turístico, el turismo de calidad huye porque en un enclave turístico se explota al turista, no al turismo. Por ejemplo, un almuerzo en el Congo cuenta un euro o menos y los parajes son naturales, no está todo llenos de hoteles, restaurantes, bares, etc.

Cuando el turismo se masifica en un lugar determinado el servicio que le dan al turista es cada vez más caro y cada vez de peor calidad, le tiran una paella mal hecha a la cara mirándolo con mala leche y le cobran un pastizal. Es lo que pasa cuando los empresarios contratan trabajadores y les pagan el sueldo mínimo. Si yo fuera un turista no me comería una paella hecha por un cocinero mileurista quemado.

Huye el turismo de calidad, pero viene el de cantidad, el turismo de bocadillo y botellón. Cuando todo se masifica viene algún que otro fin de semana alguien a emborracharse, a hacer destrozos y tirarse por los balcones. Junto con el turismo de cantidad vienen las mafias, la delincuencia, la masificación, la contaminación y la inflación. Antes había buenos plátanos y baratos en las tiendas, pero ahora ves plátanos podridos a casi dos euros el kilo.

El turista de calidad viene con una mochila llena de billetes. Algunos turistas de cantidad vienen con la mochila vacía y la van llenando de fruta mientras van caminando por los senderos.

El turismo, sea cual sea, llena los bolsillo a cuatro ricos, la mayoría viviendo en Europa y ese dinero se va fuera, pero a la población residente solamente le llegan las migajas en contratos de trabajo precarios y mileuristas. Así y todo esos trabajadores están contentos y aplauden con las orejas que la isla se llene de turistas, pero cuando vean que los alquileres cada día son más caros y que cada día es más cara la cesta de la compra, cuando vean que con lo que ganan no pueden llegar a fin de mes, cuando no puedan aparcar en ningún sitio porque todo está lleno de coches de alquiler, cuando le desaparece la fruta que tienen sembrada en el huerto, tendrán que ir pensando en emigrar a Somalia… si es que los dejan entrar porque el buenrollismo se acaba fuera de las fronteras españolas.

Si el turismo de cantidad baja un 78%… como será el de calidad. Aparte del problema del coronavirus, los turistas saben que hay otros destinos mejores, más baratos. Si yo fuera un turista iría, por ejemplo, a Madeira, Azores, Cabo Verde antes que a Canarias. Aquí se apostó por el turismo y convertir a la isla de La Palma en el patio soleado de los europeos, centrar la economía al sector servicios, pues ahora a usar los hoteles y demás historias para alojar a los inmigrantes que vengan en el futuro porque para otra cosa no creo que servirán.

Gracias al coronavirus la inflación se parará un poco durante unos meses y los alquileres tal vez bajarán un par de euros, pero si vives de alquiler y eres mileurista, vete pensando en emigrar al continente africano a nado… porque un cayuco o una patera será un lujo que no te podrás pagar cuando la inflación suba un poco más con la llegada de los turistas cuando el coronavirus baje un poco… luego, con los turistas, subirán los casos de coronavirus otra vez y así hasta el infinito.

Ahora dicen que van a dejar venir a los cruceros. En los cruceros los turistas tienen todo lo que necesitan, la mayoría come en los propios cruceros y se bajan a hacer fotos, tomar un café y tal vez a importar más coronavirus, pero el dinero ganso se queda siempre fuera de La Palma, aquí solamente las migajas y el empeoramiento de la calidad de vida para la población residente.

¿Querían turismo? Pues opino que por donde pasa el turismo no vuelve a crecer la hierba nunca más.