Agustín Rodríguez Fariña, "la conciencia de los caminos de La Palma"

El Cabildo de La Palma acordó por unanimidad en su última sesión plenaria iniciar el expediente para otorgar la Medalla al Mérito Ciudadano -es la primera que vez que se va a conceder en el marco del Reglamento de Participación Ciudadana- al trabajador de banca jubilado y amante de la naturaleza, Agustín Rodríguez Fariña, al que han definido como "la conciencia de los caminos de La Palma". Fundador de Junonia, primer colectivo ecologista de la Isla, ha sido miembro del Patronato de la Caldera de Taburiente, del Patronato de Espacios Naturales, fue también promotor a mediados de los 70 del Centro de Iniciativas y Turismo de La Palma, miembro del Patronato de Turismo, autor de varios libros y de la primera guía de senderos de la Isla, articulista y un caminante incansable.

"Luchador por la participación e implicación de la población en la defensa de nuestro acervo natural, Agustín es la conciencia de los caminos de La Palma. Hoy a sus 84 años, sigue caminando semanalmente con un grupo de amigos a los que les une el amor hacia la naturaleza y el disfrute al caminar por los senderos de La Palma", reza el texto de la moción suscrita por el presidente del Cabildo Anselmo Pestana y por los consejeros Luis Viña (CC) y Nieves Rosa Arroyo (PP) en en la que además se indica que "la Isla de La Palma se enorgullece de tener como ciudadano de la isla a Agustín Rodríguez Fariña, nacido el 14-05-1929, casado y padre de cinco hijos".

Un acuerdo del que Fariña no tenía conocimiento "no tenía ni idea, es la primera noticia que tengo", nos comentó en su casa este octogenario afable que espera que este reconocimiento sirva al menos para concienciar de lo que compensa caminar y conocer la Isla porque "por mi parte lo que he hecho ha sido porque me ha gustado y porque creo que si uno puede prestar un servicio debe hacerlo desinteresadamente y sin preocuparse de figurar por ello".

En cuanto a que se diga que "es la conciencia de los caminos de La Palma", indicó, riéndose, que si por conciencia se entiende "saber uno lo que hace y lo que dice y sentirlo, pues sí, porque para mí estar en un camino sigue siendo encantador. Todavía los sábados seguimos un grupo cada vez más reducido haciendo excursiones de cinco o seis horas y cada vez que estoy en un sendero es una gozada", confiesa Agustín para quien la Isla es bonita y encantadora.

"La palabra monotonía no existe aquí, tan pronto puede estar uno metido en un bosque como el de Los Tilos o en el Cubo de la Galga y en menos de un hora encontrarse en los volcanes recientes donde la Isla se está formando todavía porque en geología cien años no son nada, y puedes estar a la orilla del mar o en el Roque. Todo tiene un encanto especial, no solo los bosques, el colorido, la formación de los terrenos, los grandes barrancos del norte, eso es precioso", indicó.

Por su experiencia, considera Rodríguez Fariña que con el tiempo se ha tomado cierta conciencia de lo que tenemos, "en su día para salvar los senderos le hice ver a los políticos de aquella época como Juan de la Barreda, José Luis Perestelo o Felipe Hernándéz, que eran importantes para atraer turismo. En ese momento no se tenía la mentalidad de que el turismo podía ser importante para una economía más abierta y costó pero se consiguió llevándole la delantera a otras islas".

Para este hombre amante de la naturelaza privilegiada que tiene La Palma, conservar es importante pero sin pasarse porque hay que evolucionar. "Hay que saber conservar la Isla pero si hay que hacer algo nuevo que se necesite tampoco podemos estar poniendo pegas", indicó Fariña que nunca esperó reconocimiento alguno por una labor que ha dado sus frutos porque hoy La Palma se muestra al mundo como una isla de senderistas gracias en parte a labor que hizo para que los senderos se pusieran en valor y sirvieran de "gancho" para traer visitantes.