La corporación insular financiará un proyecto educativo puesto en marcha por la Asociación Palmera Para la Prevención y Tratamiento de Toxicomanías para informar y prevenir a los más jóvenes de la isla sobre las adicciones y sus consecuencias
El Cabildo de La Palma, a través de la Consejería de Acción Social, que dirige Nieves Hernández, financiará con 54.000 euros la puesta en marcha de actividades y talleres dirigidos a prevenir y concienciar a los jóvenes de las adicciones. Este es el objetivo de la subvención concedida a la Asociación Palmera Para la Prevención y Tratamiento de Toxicomanías (UAD La Palma) que pondrá en marcha un proyecto formativo para prevenir e informar a los adolescentes de la isla sobre la drogodependencia.
Nieves Hernández señala que “con esta iniciativa no sólo pretendemos aportar formación específica sobre las adicciones entre los jóvenes, queremos que estos desarrollen habilidades, valores y actitudes positivas frente a este fenómeno”. Asimismo, destaca la necesidad de dar cobertura y apoyo económico a las entidades que trabajan para dotar a los adolescentes de las herramientas adecuadas para la toma de decisiones sobre su salud y la de los que les rodean.
El proyecto constará de ocho talleres de prevención en los que se analizarán los conocimientos previos de los jóvenes en esta materia para, después, profundizar en las consecuencias de la toxicomanía. Del mismo modo, se les enseñará a identificar cómo actúan las diferentes drogas en el organismo.
Esta iniciativa se llevará a cabo en un total de 14 centros educativos, como son: IES Eusebio Barreto Lorenzo; IES José Mª Pérez Pulido; IES El Paso; IES Las Breñas; IES Puntagorda; IES Villa de Mazo; IES Cándido Marante Expósito; Colegio Sto. Domingo de Guzmán; IES Luis Cobiella Cuevas; CEO Juan XXIII; CEO Tijarafe; CEO Barlovento y Colegio Sagrada Familia.
laverdaduele
Con 2 tortazos a tiempo bien dados se hubieran ahorrado éste dinero
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Informando no creo que vayan a prevenir nada, solamente servirá para tirar el dinero público. Los jóvenes están más que informados de los efectos negativos de las drogas, pero así y todo las consumen. La mayoría de los jóvenes hacen justo lo contrario de lo que les aconsejan los mayores.
Un joven es alguien dentro de un cuerpo adulto con una mentalidad infantil. La juventud es una enfermedad que se cura con el paso del tiempo, pero mucha gente mantiene una mente infantil durante toda la vida. El país está lleno de niñatos.
Hay jóvenes y jóvenes. Todos los jóvenes son más inteligentes de lo que piensan sus vecinos y más retrasados de lo que piensan sus padres, pero de todos modos se conoce la fruta que va a dar un árbol desde que nace, o sea, un peral no dará manzanas y un pequeño árbol torcido estará más torcido a medida que crezca. Ves un joven y en un par de minutos te puedes hacer una idea de cómo será cuando sea adulto.
Lo que no entiendo es como viendo algunos jóvenes por las calles sus padres se quedan indiferentes. Supongo que será porque sus padres son igual o peor que ellos o porque tienen las manos atadas con la ley de menor donde ahora quienes mandan son los menores y quienes obedecen son los padres, no sé. Los menores tienen derechos, no obligaciones.
Pero ojo, un joven sería alguien con 16 años o menos, no un adulto de más de 18 años. Ahora a las personas adultas las llaman jóvenes o niños. Mucha gente de la generación milenaria cree que con casi 40 años en las costillas es todavía adolescente, cuando a principios del siglo pasado alguien con 16 años ya era un adulto muy maduro, muy responsable y a los 40 años se consideraba un anciano.
Luego están los adultos que salen de la vivienda familiar para independizarse en la casa regalada por sus padres y usando la cuenta corriente de sus padres para pedir pizzas a domicilio, cosa típica de la generación milenaria.
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