La nueva serie se denomina ‘Jawahra’ por las líneas y los colores utilizados en los diseños, que recuerdan a motivos arabescos
La Palma Artesanía, un proyecto del Cabildo palmero que gestiona la empresa pública Sodepal, ha presentado durante la mañana de hoy su nueva colección: ‘Jawahra’, palabra que procede del árabe y que quiere decir joya.
La denominación de la colección ha sido elegida por las líneas y los colores utilizados en los diseños, que recuerdan a motivos arabescos empleados en mosaicos que se encuentran en distintas joyas arquitectónicas en el sur de España.
La nueva serie, elaborada en su integridad en la Escuela Insular de Artesanía, consta de piezas únicas y está formada por collares de frivolité encapsulados y montados con técnicas de joyería; collares, zarcillos y pulseras de macramé; y carteras elaboradas en telar complementados con tejidos pintados a mano y bolones.
Esta colección, en la que se ha tenido especial incidencia en el cuidado de los productos, ha sido elaborada por las artesanas Solveida, Silvia Abrante, Silvia Bali, Maira, Elida, Marlene y Coro, en un trabajo en el que ha sido clave la creación de sinergías para la elaboración de las diferentes piezas.
La consejera de Sodepal y responsable insular de Desarrollo Económico, Raquel Díaz, ha destacado la importancia de que “la artesanía no sea tan solo un legado cultural a mantener en el tiempo para que las generaciones futuras lo puedan admirar, sino que además sea una actividad económica que permita a los artesanos tener una renta digna y justa con el trabajo que realizan”.
Raquel Díaz hace hincapié “en el ingenio, las capacidades y el esfuerzo” de los artesanos palmeros, que además utilizan “materiales de primera calidad”, una realidad “que se refleja en colecciones como ‘Jawahra’, que esperamos que tenga la aceptación de los potenciales clientes”.
Por su parte, la consejera de Artesanía, Susana Machín, ha dado la enhorabuena a las artesanas que han hecho posible ‘Jawahra’, una colección “que pone de relieve el talento de sus creadoras y la potencialidad de los oficios tradicionales palmeros para seguir innovando en la realización de productos de calidad y exclusivos, como los que pertenecen a esta propuesta”.
“Estamos ante toda una joya, como la traducción del término árabe ‘Jawahra’, que se incorpora al sello de La Palma Artesanía con un diseño que refleja la pluralidad cultural propia de nuestro territorio Atlántico, sin perder la esencia y autenticidad de nuestra artesanía”, valora la consejera.
Susana Machín y Raquel Díaz han destacado además la pujanza que está cobrando la Escuela Insular de Artesanía como núcleo no solo de la elaboración de las colecciones de La Palma Artesanía, sino como un foco para conservar, dar a conocer y enriquecer los oficios artesanales que forman todo un sello de identidad de la Isla.
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Esto de las joyas no lo entiendo, no le veo la utilidad.
A mí me parece que ir cargando piedras y metales por la vida es hasta incómodo, viene a ser como llevar una corbata, un objeto que para mi opinión no sirve para nada.
Supongo que las joyas son caras porque están hechas con materiales que no abundan en el planeta y llevarlas será algo así como una ostentación de riqueza, gente que las luce para demostrar que tiene más dinero que los vecinos, no sé. No me parece buena idea estar cargando joyas caras por la calle en el siglo XXI y más en La Palma porque cada día hay más robagallinas en la isla, la isla se está llenando de delincuentes procedentes de las islas mayores y del resto del mundo.
Luego está la bisutería, un palabro que viene del francés bijouterie, una imitación de joyas, pero con materiales muy baratos. Bueno, la bisutería y la joyería son dos cosas distintas, pero seguramente hay objetos de bisutería que son más vistosos que las joyas caras. No lo sé porque desconozco este tema.
Llevar adornos y joyas de imitación para hacer una falsa ostentación de riqueza se me parece con esa gente que se compra un teléfono móvil barato, pero luego lo pone en una funda cara para aparentar que tiene un móvil de alta gama, o como aquel que no tiene coche, pero tiene un llavero con las llaves de un coche caro y se pone a darle vueltas con el dedo mientras está tomando un café en un quiosco. Luego le da unos céntimos de propina al dependiente para aparentar que tiene una economía saludable… y más tarde se va para su casa (casa de alquiler barata o la casa de sus padres) y almuerza una lata de sardinas barata de marca blanca porque el sueldo mileurista del sector servicios no le da para más.
Llevar joyas caras para demostrar que alguien es rico y puede comprarlas, por lo que he visto en este mundo, un rico que nació rico, el pijo de toda la vida, no carga muchas joyas y es por lo general más buena persona que un pobre que se hace rico. Muchos pobres que se convierten en ricos, o ricos no tan ricos pero que se creen ricos, les gusta ostentar riqueza y con esa gente sí que hay que tener mucho cuidado, o sea, cuanto más lejos mejor.
Luego están los muertos de hambre semianalfabetos que van con la gorra puesta al revés y cargados hasta los topes de cadenas de oro, pero eso es otra historia.
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