“Presidente, que sepa que va a inaugurar una obra que es inaccesible para una parte de la sociedad”

Era el momento en el que Paulino Rivero se disponía a cortar la cinta para inaugurar la ampliación del puerto de Tazacorte cuando alguien gritó "presidente, que sepa que va a inaugurar una obra que es inaccesible para una parte la sociedad", y ese alguien no era otra persona que Miguel Ángel Rodríguez, el presidente de Adfilpa, que lucha para que se cumpla la ley de accesilidad y para que las personas que tienen algún problema de movilidad tengan la vida un poco más fácil en la Isla Bonita donde las barreras arquitectónicas siguen estando muy presentes.

Rodríguez le explicó a Rivero y al público presente que las personas con discapacidad no pueden acceder a la parte alta del puerto, porque tiene escaleras, para poder disfrutar de las mejores puestas de sol de Canarias, que las aceras hechas no tienen un rebaje para que una persona en silla de ruedas pueda acceder, que el pavimento es irregular cuando la ley dice que tiene que ser regular, y otro defecto que, según comentó, tiene la ampliación es que se han marcado todos los estacimientos cuando la ley dice que por cada cuarenta tiene que haber uno para personas con movilidad reducida.

Unas reivindaciones que Rivero escuchó pero que zanjó diciéndole al representante de Adfilpa que primero tocaba cortar la cinta y que luego hablaban. Sin embargo, después de la cinta realizó un largo paseo acompañado del resto de autoridades con subida incluida a la parte alta inaccesible para las personas en sillas de ruedas, y al final, según nos ha confirmado hoy Miguel Ángel Rodríguez, no hubo la prometida conversación.

"Creo que me rehuyó porque conmigo no habló", dijo, por lo que se pregunta cómo es posible que se haga una obra que incumple la ley, que discrimina a las personas con discapacidad y que "ni al Gobierno de Canarias ni a los políticos que estuvieron allí se les caiga la cara de vergüenza".