Diez años de cárcel y 145.000 euros de multa al hombre que rocío de alcohol a su pareja

El hombre acusado de rociar con alcohol a su mujer y luego prenderle fuego ha sido finalmente condenado por un delito de intento de homicidio a 10 años de prisión y al pago de 145.000 euros de indemnización. Los hechos tuvieron lugar el 26 de agosto de 2018 en Los Llanos de Aridane.

Tal y como informó ayer el programa Buenas Tardes Canarias (BTC) de la Tele Canaria, aquel día la pareja estuvo bebiendo desde la mañana y por la tarde con una vecina fueron a una fiesta en la Bombilla, Puerto Naos. Allí la mujer se cae y tiene que venir una ambulancia para llevársela. Al ver el estado de intoxicación etílica en el que está el médico decide que descanse un rato en el ambulatorio.

Pasadas unas horas el marido viene a buscarla. Todo parece muy normal. Sin embargo no demasiado tiempo después la mujer vuelve al centro de salud pero esta vez con quemaduras por casi todo el cuerpo.

Entonces es trasladada al Hospital de La Palma donde su estado es calificado de preocupante. Por ello va luego al HUC de Tenerife. En total estuvo ingresada dos meses y fueron necesarios 217 días para que se curara, aunque todavía tiene secuelas.

La clave por lo tanto era saber qué ocurrió aquel día entre las 20 y las 21 horas. Según dijo el acusado en el juicio celebrado en La Palma a finales de octubre, no se acordaba de nada lo que junto a posibles episodios violento atribuye a la medicación que recibía para atajar un cáncer y el alcohol.

Sólo recuerda que el día después se levantó por la mañana y se puso a limpiar la casa. Justifica que tuviera el alcohol en su casa porque lo usaba para atajar los dolores musculares.

Dice que no le extrañó que no estuviera su mujer porque desaparecía a menudo. Hasta el mes de septiembre no se entera de que está quemada. Estuvo en prisión hasta mayo de 2019.

Ella por su parte declaró que los episodios violentos eran constantes y también fue habitual que la insultara. Se reía de ella por llevar una bolsa tras ser operada de la vejiga. Llegó a dormir en plataneras huyendo de él. No denunciaba por pánico.

De aquel día apenas recuerda que él intentó quemar sus ropas, le dijo que también la iba a quemar a ella y cuando lo retó entonces le echó alcohol y le prendió fuego. Sólo recuerda ir caminando al Centro de Salud porque él no la atendió.

Al principio declara que las heridas son debidas a un accidente doméstico en la cocina y no es hasta más tarde que se dedica a contar lo que ha trascendido.

Una vecina recuerda que la casa olía a carne quemada cuando pregunta él le dice en tono irónico que su mujer “salió como una antorcha”. Habló con él y lo vio muy furioso, como nunca, dijo. El personal del Centro de Salud dice que ella estaba alteradísima.

La Guardia Civil concluye con que la casa fue limpiada a conciencia para borrar pruebas y que el fuego tuvo su origen en el salón.

La mujer fue trasladada al Hospital de La Palma donde su estado fue calificado de preocupante, luego al HUC. En total estuvo ingresada 2 meses y tardó 217 días en encontrarse medianamente bien, nunca recuperada.

Los peritos dicen que la vida de la mujer estuvo comprometida en varias ocasiones.

La Fiscalía pedía 12 años de cárcel, 17 de alejamiento y 95.000 euros por estar ante un presunto delito de intento de asesinato con alevosía y el agravante de parentesco. La acusación particular solicitaba lo mismo pero 145.000 euros. La defensa se decantó por  la libre absolución o que se sentencia que se trata de lesiones.