La fuerza con la que expulsa la lava el volcán de Cumbre Vieja es de una gran virulencia. Y aunque se ha ralentizado su velocidad en su incierto y destructivo avance hacia la costa, en la salida del volcán alcanza velocidades supersónicas, es decir, por encima de la velocidad del sonido (1.225 Km/h).
Así lo puso de manifiesto David Calvo, vulcanólogo y portavoz de Involcán, durante una conexión con el programa El Objetivo de La Sexta, que dirige Ana Pastor.
Un chorro constante de fuego, que como explicó el científico, se trata de una mezcla de “gas incandescente y roca pulverizada”, que se encuentra a “una altísima temperatura”. De hecho, especificó que han llegado a medir 1.100 grados centígrados de temperatura, con columnas que pueden tener entre 300 y 400 metros de altura.
“El sistema es muy probable que esté en un punto que está dando salida a toda la energía que tiene en el interior en esta fisura eruptiva”, concluyó.
