Lava del volcán Kilauea (Hawaii) entrenando en el mar.
En el encuentro de la lava, con una temperatura superior a los 1.000ºC, con el mar, con una temperatura entorno a los 20ºC, se produce un choque térmico que genera columnas (penachos) de vapor de agua cargados con ácido clorhídrico (HCl) como consecuencia del importante contenido de cloruro (Cl-) en el agua de mar. Estas columnas de vapor de agua, de un color blanquecino, también contienen a su vez diminutas partículas de vidrio volcánico como consecuencia de la reacción que se produce entre la lava y el agua de mar.
Estas columnas de vapor de naturaleza ácida como consecuencia de la generación de ácido clorhídrico (HCl) representan un peligro local – bien delimitado – para las personas que visitan o se encuentran en la zona costera donde se produce ese encuentro entre la lava y el mar. No se trata de una columna o penacho volcánico tan energético como el que tiene lugar en el cono volcánico donde se está produciendo un jet de gases volcánicos ácidos que se inyectan a la atmósfera con tanta energía que llegan a alcanzar los 5 km de altura. Por lo tanto, las columnas de vapor generadas por el encuentro entre la lava y el mar son unos penachos volcánicos menos energéticos. El régimen de vientos en la zona dónde se producen estos penachos volcánicos costeros contribuye a la dispersión de estas columnas, pero el peligro que representan es muy local, en el entorno del área donde se produce el encuentro de la lava con el mar.
La inhalación o el contacto de gases y líquidos ácidos pueden irritar la piel, los ojos y el tracto respiratorio, y puede provocar dificultades respiratorias, especialmente en personas con enfermedades respiratorias preexistentes.
Más información
Últimas noticias
Lo último en blogs