Desde el Pevolca siguen la evolución del volcán de La Palma de forma permanente, tomando el pulso a la evolución de la erupción que hoy cumple dos semanas, sin dar señales de agotamiento. Al contrario, como indican desde la comisión, la erupción fisural continúa mostrando mecanismo estromboliano, con fases explosivas y efusivas simultáneas. En cuanto a la nueva colada, que surgió el pasado uno de octubre, informan que discurre hacia el oeste, paralelamente a la colada que llega al mar, habiendo alcanzado las coladas anteriores a la altura del Camino de Los Campitos.
En el cráter principal se localizan varios centros activos y dos en el sector noroeste del lateral del cono. Subrayan que la actividad explosiva se ha incrementado y no descartan la aparición de nuevos centros de emisión.
Asimismo, destacan que la morfología del cono cambia de manera reiterada por los sucesivos procesos de crecimiento y reconfiguración. Actualmente el cono principal es más ancho, más bajo y cerrado.
Sobre la fajana lávica, que se ha formado en la costa de Tazacorte, indican que continúa aumentando su extensión, contando con cuatro puntos de alimentación. Destacan además que el penacho marino a lo largo del borde de la fajana produce nubes de vapor de agua y ácido clorhídrico, que se concentran en una pequeña área alrededor del contacto.
En lo que respecta a la sismicidad, señalan que continúa localizándose, principalmente, cercana a la sismicidad de los primeros días, a profundidades entre 10 y 15 km. Se registran, además, terremotos situados a profundidades superiores a 20 kilómetros.
