El volcán, que hoy amaneció emitiendo gases y cenizas, no para su actividad y prosigue su camino de destrucción cuando se cumplen 28 días de la erupción. Los datos hablan por sí solos, la superficie afectada alcanzó hasta el pasado viernes las 753,8 hectáreas, lo que supone 4,4 más respecto a la medición anterior.
Según los últimos datos emitidos por el programa satelital Copernicus de la Unión Europea, registrados a las 19.56 horas del viernes, 1.835 construcciones/edificaciones habrían sido destruidas, 9 más.
Los datos anteriores registrados por el satélite Copernicus fueron obtenidos ese mismo día, a las 13.10 horas, y cifraba la superficie afectada por la lava en 736,9 hectáreas, 4,4 más que la medición anterior, y 1.826 edificaciones destruidas.
Cifras que dejan detrás cientos de damnificados, ya hay más de 7.000 evacuados, que han perdido sus casas y su medio de vida. Demasiado dolor e impotencia que lejos de remitir, aumenta, con cada metro que avanzan las coladas de lava que sepultan todo lo que encuentran a su paso.
Imagen de hoy de la colada a vista de dron.
Noche activa
Durante la pasada noche, el volcán de Cumbre Vieja mostró una vez más su cara más explosiva y efusiva. En concreto, se produjeron desbordes de coladas de lava de la erupción, y emisión de piroclastos desde dos bocas, principalmente la intermedia entre la parte superior y la boca efusiva, según ha informado a través de las redes sociales, Itahiza Domínguez, sismólogo del IGN.
