Una enfermedad llamada 'autorreconocimiento'

Pavor, desazón, nudo en la bilis, latigazos que suben por el cuello, … y un nuevo cabreo con los inútiles que nos gobiernan. Acabo de ver la lista de los reconocimientos por la labor en el Volcán Cumbre Vieja, y cada vez estoy más convencido de que siguen sin enterarse del drama social y económico que nos ha tocado vivir. Una nueva oportunidad perdida para reconocer de verdad a los damnificados y a toda la gente que se ha volcado con esta tragedia. Parece que nuestros políticos no se dan cuenta de que cada vez se alejan más de los ciudadanos, y si no me equivoco, el próximo año allá por el mes de mayo volverán a pedir el voto a los ciudadanos y seguramente volverán a prometer un cambio por el cambio del cambio, ¡¡¡ qué vergüenza !!!

PEVOLCA, IGN, IGME, Direcciones Canaria y Nacional de Emergencia, Seguridad de Salvamento Marítimo, Policías Locales, Policía Canaria, Instituto Nacional de Oceanografía, y unas cuantas entidades e instituciones más han llevado a cabo un mérito más que acreditado, pero han estado realizando su trabajo, posiblemente un buen y gran trabajo, pero es su trabajo. He terminado de leer la lista de condecorados y he podido volver a respirar tranquilo porque no he visto una mención especial a Morcuende por su labor divulgativa, ni otra a Pedro Sánchez por venir tantas veces a vernos, ni otra no menos merecida a Ángel Víctor Torres, y por qué no, la mención más merecida y aplaudida por el público a Mariano Zapata por la rapidez y efectividad en gestionar la catástrofe.

No merecía un reconocimiento Fred Olsen, la naviera noruego-gomera que se puso a disposición de las autoridades desde el primer día, a dar todos los viajes que hiciera falta y que encima de todo ello realizó una donación de envergadura. ¿No merecían un reconocimiento ?

No merecía un reconocimiento la Asociación Vasca ‘Galdakaoko’ que trasladó a 100 miembros de su asociación a La Palma para realizar obras de limpieza y ayuda a los vecinos afectados. ¿ No merecían un reconocimiento ?

No merecía un reconocimiento todos los voluntarios a nivel particular o en pequeños grupos o asociaciones que desde el primer día no pararon de ayudar a todos los vecinos en las evacuaciones y reparto de ayudas y alimentos. Sí lo merecían.

No merecían un reconocimiento todos los donantes que desde el minuto 1 ingresaron dinero para las primeras emergencias de los afectados y que las instituciones tardaron meses en entregar. Sí la merecían.

No merecía una distinción el pequeño y humilde medio local llamado TV La Palma que hizo una cobertura soberbia sin apenas medios y sin publicidad. Por favor, sí la merecía.

A todos esos miles de afectados en el Valle, les digo que aunque se agote la paciencia, que perviva la ilusión.