La erupción volcánica de Cumbre Vieja de 2021 nos dejó sin aliento y su manto de colada transformó el Valle de Aridane. Donde había casas, barrios, negocios, fincas cultivadas, colegios, caminos, proyectos de vida, ahora solo hay negrura y desolación.
Estas imágenes del antes y después del volcán de Juan Cutillas, con apenas seis meses de diferencia, muestran la profunda devastación provocada por este fenómeno de la naturaleza contra el que nada se pudo hacer debido a su fuerza descomunal.
Y prueba de ello es que pese a estar oficialmente apagado desde el 25 de diciembre del pasado año, la emergencia continúa y las personas afectadas viven con incertidumbre no solo el presente sino el futuro tras haber perdido todo o parte de lo que tenían.
Nada será igual para ellas ni tampoco para el Valle de Aridane ni para la isla, que ha perdido mucho con esta erupción. Han sido seis meses durísimos para las personas afectadas y para la población en general, y el post volcán no está siendo menos duro. El camino que queda por recorrer para la reconstrucción se presume complejo.
Foladura
No es precisamente una avenida del Barranco de Las Angustias. Hay mucho daño por medio y su restauracion no va a ser cosa de meses y una inversion de muchos miles de millones de euros.
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