El Servicio de Apoyo y Respiro Familiar (SAR), que financia el Cabildo de La Palma a través de la Consejería de Asunto Sociales y gestiona la Plataforma Palmera de Atención Integral a la Discapacidad (Indispal), ha concluido con éxito su tradicional ciclo de verano (julio y agosto), del que este año han sido beneficiarios 27 niños y jóvenes con discapacidad de entre 3 y 21 años, así como sus familias.
Ayer lunes, 31 de agosto, tuvo lugar un encuentro en el Refugio de El Pilar, en el que se dieron cita los beneficiarios y los familiares de este servicio, que se ha prestado en las comarcas este y oeste de la Isla.
La consejera de Asuntos Sociales, Jovita Monterrey, se ha mostrado muy satisfecha con el desarrollo y los resultados de este servicio y, en este sentido, ha explicado que el SAR se consolida como "un recurso en el que los beneficiaros reciben atención básica, pero también trabajan en habilidades ocupacionales desarrollando una importante y necesaria vertiente lúdica y de integración sociocultural en los diferentes talleres que se celebran cada día".
Monterrey recuerda que el objetivo del SAR es la conciliación de la vida familiar, laboral y social de los cuidadores que se dedican con carácter habitual y sin retribución al cuidado de personas con discapacidad con edades comprendidas entre los 3 y los 21 años, garantizando simultáneamente la adecuada atención de éstas.
"El de Apoyo y Respiro Familiar es un servicio muy importante y valioso que presta el Cabildo cada temporada estival, ya que está pensado para que las familias con menores con discapacidad a su cargo no tengan problemas para conciliar vida laboral y familiar durante el periodo de vacaciones escolares", explica.
Para posibilitar esta ayuda, durante los meses de julio y agosto se ponen a disposición de este servicio los dos centros educativos adaptados de La Palma: el CEIP Mayantigo, en Los Llanos de Aridane, y el CEIP Manuel Galván de las Casas, en Breña Alta, en los que personal altamente cualificado ha atendido a los beneficiarios.
