Una empresa palmera crea un revolucionario dispositivo generador de electricidad e hidrógeno con el movimiento de las olas

La empresa palmera Cultura, Arte e Innovación S. L. presentó el pasado junio ante la oficina Española de Patentes y Marcas, solicitud de patente de un dispositivo (undimotriz) generador de electricidad e hidrógeno a partir del movimiento de las olas que “promete ser el más potente captador de energías renovables de cuantos existen, con capacidad de producir tanto electricidad como hidrógeno de una forma autónoma y segura”.

El hidrógeno, afirma la Asociación Isla Futuro, es el combustible del futuro cercano y estas plataformas son como pozos de petróleo en el mar que producen hidrógeno listo para su consumo sin pasar por refinerías ni procesados.

“Es el sistema más eficiente y versátil de todos los sistemas que operan hoy en día en energías limpias, incluyendo las eólicas”

Este novedoso sistema de producción de energía eléctrica que funciona con el oleaje, independientemente de su intensidad y frecuencia, tiene el potencial de transferir al eje una fuerza de más de 70Tn constantes y convertirlo en trabajo mecánico con el que se produce energía eléctrica que puede ser inyectada a la red, o si se prefiere, convertirlos en 223m3 de hidrógeno verde por hora, utilizando agua de mar, totalmente autónomo y con la seguridad de una instalación aislada en el océano; el hidrógeno producido se entrega listo para ser usado en la automoción o la industria liberando a la atmósfera cada plataforma diariamente el oxígeno equivalente a la producción de un bosque de más de 15.000 árboles.

Este dispositivo ofrece, además, unas ventajas interesantes con respecto a otras formas de producción de energía verde como, por ejemplo, las eólicas, ya que los costes de la instalación y del equipo son muy inferiores a los de una instalación eólica de equivalente potencia, por lo que los costes de producción son inferiores y su rentabilidad triplica al de estas, se instala en mar abierto mediante anclaje a partir de una profundidad de 20m lo que le confiere la capacidad de ser instalado y trasladado con facilidad.

El impacto medioambiental del equipo en producción es positivo, no afecta a las aves ya que carece de rotores, prolifera la fauna marina al contener su propio arrecife artificial flotante, los materiales con los que está construido son totalmente reciclables después de una vida útil de unos 20 años, su impacto visual es igual al de un barquito de 10 a 18 metros, pequeño en comparación a las torres eólicas de hasta 100 metros de altura. Este equipo en la opción de producción de hidrógeno tiene el potencial de aportar a la atmósfera cientos de miles de metros cúbicos de oxígeno al año.

Sin duda, un problema que suscita la producción de hidrógeno es el consumo de agua, aunque el hidrógeno una vez utilizado en combustión, celdas o pilas de combustible retorna esa agua al ambiente; para su producción se requieren unos 9 litros de agua por kilo de hidrógeno y es un problema el uso de agua potable para este fin dada las inmensas cantidades que se requieren para suplir toda la demanda de energía; este dispositivo utiliza agua de mar desalada previamente utilizando la energía generada por el mismo equipo, todo ello confiere a este invento ventajas comerciales y medioambientales inmensas con respecto a las eólicas, tanto en la producción de electricidad como de Hidrógeno, aportando un avance importante en la consecución de un cambio por las energías respetuosas con el medioambiente, aportando una oportunidad más, una opción más de salvar nuestro planeta.

Una plataforma flotante que convierte el agua de mar en hidrógeno con unos costes inferiores a los de la gasolina

Pero es en la producción de hidrógeno donde esta invención despliega sus mayores cualidades, pues estas plataformas se sincronizan con el movimiento del mar y ello hace que su capacidad sea aprovechable en todo nivel de oleaje para la producción de corriente continua, la cual, es directamente aplicada a la producción de hidrogeno por electrólisis. Este hidrógeno producido puede ser almacenado a presión de hasta 750atm o en forma líquida por proceso criogénico en depósitos de varios metros cúbicos, que una vez llenos, se trasladan a tierra para su utilización en la industria o el transporte, mediante una logística programada con la finalidad de que los depósitos llenados en la plataforma sean una unidad de transporte hasta el consumidor final.

Este sistema producirá el abaratamiento de la producción de hidrógeno verde, haciendo viable económicamente este inagotable y limpio combustible como sustituto serio de los combustibles fósiles contaminantes, reduciendo a la vez nuestra dependencia energética. La limitación de este dispositivo es que solo funciona en el mar pero desde la Asociación Isla Futuro recuerdan que solo España tiene 8.000 kilómetros de costa y tanto la electricidad como el hidrógeno son transportables.