Diciembre es un mes perfecto para viajar a la denominada ‘Isla Bonita’, donde las temperaturas agradables y la naturaleza desbordante harán conectar al viajero con un entorno mágico.
La Palma se convierte en un paraíso donde vivir un viaje inolvidable gracias a la tranquilidad de sus rincones, la naturaleza selvática de sus territorios, o sus cielos, en los que se pueden disfrutar de una de las mejores vistas estrelladas del mundo libres de contaminación lumínica.
Las fiestas navideñas son un buen momento para realizar una escapada a La Palma, pues sus agradables temperaturas permiten huir del frío que impera en la Península para disfrutar de una suerte de primavera eterna.
Lejos de lo que se pueda imaginar, el buen tiempo no es impedimento para que en la isla se respire también el espíritu navideño más especial. Las luces iluminan su majestuosa capital, haciendo brillar sus edificios y calles de estilo colonial, así como en otros núcleos urbanos como Los Llanos de Aridane.
Al alumbrado acompañan las reconocidas rondallas de Lo Divino, una tradición coral que llegó a La Palma en los años 40 del siglo pasado de la mano de grupos corales que recorren los rincones de la isla interpretando composiciones navideñas, en muchos casos de creación propia, durante las Misas de Luz de las madrugadas previas a Nochebuena.
Tampoco pueden faltar los representativos nacimientos, elaborados por belenistas tradicionales para exponer al público el espíritu de la navidad palmera.
Uno de los momentos más especiales de las fiestas es el Auto de Reyes Magos, que se representa en la Villa de Garafía durante la víspera de la noche más mágica del año. Se trata de una de las tradiciones más antiguas y vibrantes de las navidades en el archipiélago y la representación de la Villa de Garafía es considerada la más antigua de Canarias.
NAVIDAD, BAJO UN CIELO ÚNICO.
Es sabido que La Palma posee uno de los mejores cielos del mundo para el disfrute del astroturismo. La isla, que es Reserva Starlight, vuelve a abrir a partir de diciembre las visitas al Observatorio del Roque de los Muchachos.
Para poder disfrutar de una visita guiada, es necesario contactar con algunas de las empresas oficiales de la isla. Asimismo, estas ofrecen la posibilidad de realizar tours astronómicos, mediante los cuales explican las maravillas que iluminan el cielo de la Isla Bonita.
Otra de las tradiciones que reinan en el archipiélago es recibir el año con un chapuzón para atraer la suerte y renovar las energías de cara al nuevo año.
En La Palma es posible realizar este ritual tan característico en playas de arena negra, prácticamente vírgenes, como la playa La Zamora, en Fuencaliente; o la de Echentive y la Salemera en Villa de Mazo.
La Palma puede presumir de ser un destino de turismo ‘slow’ y, durante la época navideña, esta sensación se respira especialmente recorriendo sus senderos, verdes en el norte, y volcánicos en el sur, que permitirán al viajero descubrir una nueva forma de vivir las navidades: abrazando la naturaleza y la tranquilidad únicas de este destino paradisíaco.
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