Paz Padilla: "Solo cuando la vida te da una hostia es cuando piensas que esto va en serio"

La popular presentadora y humorista Paz Padilla pondrá punto y final a su exitosa gira por Canarias en las islas de La Palma y La Gomera, en donde presentará su montaje teatral ‘El humor de mi vida’, con el que desde mediados de abril ha recorrido todas y cada una de las islas del archipiélago.

El Teatro Circo de Marte ha programado dos funciones de ‘El humor de mi vida’ los días 19 y 20 de mayo, mientras que el Auditorio Insular de la Gomera ha previsto una única función el día 21 de mayo en la que Paz Padilla se despedirá de los espectadores canarios. El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha colaborado en el estreno en la isla de este montaje, al igual que el Cabildo de La Gomera, que apostó por programar en el auditorio que gestiona la divertida obra teatral que en Canarias han visto hasta la fecha casi siete mil espectadores.

“Es una obra de amor y de la aceptación de la muerte a través de mi vivencia personal, empleando el recurso del humor, con el que parece que las cosas duelen menos. Vivimos atormentados por la muerte. En la obra digo que si le tenemos miedo a la muerte moriremos todos los días, pero si le perdemos el miedo moriremos solo una vez. Hablar de la muerte es una cosa que a nadie le gusta porque vivimos en una sociedad en la que escondemos a nuestros cadáveres. No queremos ser conscientes de que todos moriremos, por eso hay que visibilizar sin dramas esa realidad”, explica Padilla.

“Esta obra, que es una montaña rusa de emociones, es muy reflexiva y por eso el público cuando sale de la función sale pensando qué hacer con su vida”, explica la actriz humorista, que recientemente estrenó las dos películas que han sido un éxito de taquilla, ‘A todo tren dos’ y ‘El hotel de los líos’.

El montaje teatral ‘El humor de mi vida’ está inspirado en el libro del mismo título número uno en ventas escrito por la propia artista en 2021, en el que narra su experiencia vital acompañando a su marido, Antonio Vidal, en el proceso de su enfermedad y su despedida.

Paz Padilla confiesa que al terminar cada función de ‘El humor de mi vida’, que cuenta con dirección de Pablo Barrera, “terminamos llenos de adrenalina, porque son dos horas de una intensidad extrema. El ritmo narrativo es muy intenso y emotivo. Revivo lo que fue mi historia en cada una de las funciones”, admite.

“La gente me pregunta que cómo hago esta obra en la que me desnudo emocionalmente. El público piensa: Paz Padilla, humorista y monólogo; pero la obra no es un monólogo en estricto sentido, porque te remueve por dentro; a través de mi historia te doy la mano y te hago vivir situaciones que te harán salir diferente del teatro, sin dolor y angustia, aunque es inevitable que te plantees cosas. Lo que la gente necesita es sufrir menos de lo que toca”, añade.

El productor y compositor Juan Fernández de Valderrama (miembro del grupo Materia Prima, a quien conoce desde hace muchos años), acompaña en todo momento a Padilla sobre el escenario interpretando en acústico una variada selección de píldoras musicales y canciones conocidas durante la función.

“Soy una persona popular y quería que la gente oyera mi versión, esta otra manera de ver la muerte. Si piensas en la muerte valoras la vida. Todos decimos ‘cuando me jubile’, ‘cuando la niña se haga mayor’, ‘cuando tenga dinero’… Estamos siempre cuando, cuando, cuando… y así se nos pasa la vida. Esperamos que sucedan cosas cuando lo que sucede es aquí y ahora. Solo cuando la vida te la da hostia es cuando piensas que esto va en serio”, sostiene.

No hay tregua en esta obra teatral que goza de momentos de intensidad y de disparatada frescura, en el que la humorista se permite reírse sin pudor ni reparo alguno hasta de su propia sombra, pero suministrando al público a la misma vez unas más que saludables impresiones alrededor de los dolores que siempre nos provoca la muerte de un ser querido.

“Sigo pensando que es muy triste perder a un ser querido, que nunca se olvida y siempre duele. Todos los días lloro, porque lo echo de menos. No significa que no me duela su muerte y su partida, sino que acepto que se tiene que ir, que es diferente. Aceptar no es olvidar. Olvidando no deja de dolerte nunca. Pero si recuerdas con amor y agradecimiento, duele menos”, concluye la actriz andaluza.