Detenido un hombre que se encontraba de vacaciones en la isla por el conato de la Caldera

Que va….

Estaba meditando y el hilo de plata se me rompio…Entonces hice un OOOOOOOMMMMM profundo en posicion de relajacion y pille un wachisleis que habia preparado……

Volvi rapido a mi YO PARTICULAR, porque el sitio donde estaba tenia energia telurica, ERA LA CALDERA…..🤣

Luego todo eran llamas….

UN PERSONAJE REAL;AUNQUE NO LO PAREZCA; SE LE DEJO VIVIR EN EL MONTE Y………

A LO HIPPIE….NO VEAS.

MORDER A TU PERRA EN EL CUELLO.PUES, SE DEFINEN CON SUS ACTOS.

¿Qué había pasado con Scott? El joven decidió desaparecer e iniciar su andadura como un hombre solitario una mañana de junio de 2011. Había terminado con éxito el curso de formación profesional para convertirse en panadero. Justo el día que iba a comenzar a empezar sus prácticas, Scott salió de casa de sus padres en dirección a la panadería en cuestión, en su ciudad natal de Hattersheim.Pero nunca llegó a su destino.
“Desapareció sin dejar rastro y nunca vino a trabajar”, dijo al periódico alemán Bild el responsable del local. “Llamé a sus padres, fueron a su habitación y la encontraron vacía”. Y así, vacía, ha permanecido cinco años.A los pocos días de que se esfumara, sus padres tuvieron la última señal de Scott cuando recibieron una multa por correo a su nombre desde la ciudad alemana de Stuttgart. La multa procedía de la compañía de trenes: un revisor le penalizó por viajar sin billete.A partir de entonces pocos detalles se saben sobre el periplo europeo de Scott Verdine. Se sabe que, hace unos cinco meses, antes de recalar en La Palma, estuvo mendigando en Tenerife y en el sur de Gran Canaria.
Precisamente, en Maspalomas protagonizó un episodio con su perrita, Mora: dos vecinas le denunciaron por maltrato al animal. La noticia dio la vuelta al mundo por lo excepcional: un hombre, se decía, ha mordido a un perro. Varios testigos aseguraron haberle visto dándole puñetazos y patadas. Así que la Policía lo denunció por maltrato, incluido el supuesto mordisco en el cuello a su mascota, y pese a que en pocos días en Change.org 13.177 personas firmaron para que le retiraran la custodia de Mora, el juez archivó el caso.Una de las testigos, Carmen Thiel, alemana residente en Maspalomas, de padre italiano y madre teutona, narra cómo presenció la escena desde su piso. Ocurrió el 4 de febrero. “Vi que llevaba el perro con una correa y que no paraba de darle vueltas en torno a una farola de la calle. Era un día de bastante calor y el perrito estaba agotado, jadeaba. Bajé a la calle y le di agua porque estaba muerto de sed”. La mujer no vio que Scott pegara al perro, pero “sí lo cogió y lo sacudió mientras le decía: “Vas a hacer lo que yo te diga, no me vas a morder”. ¿Scott mordió a su mascota? “No, eso no. Fue más un maltrato verbal que físico”, dice Carmen.Cuando la Policía llegó, “el chico estaba muy asustado”. “Se acercó a mí y me pidió que le dijera a los agentes que no le quitaran al perro”. Estos cogieron al animal y lo llevaron a la clínica veterinaria Snoopy. “No había lesiones a primera vista, pero la perra estaba muy asustadiza. Tenía miedo a todo, no quería estar con su dueño”, dice Joana, la veterinaria que la examinó. Le preguntó a Scott qué había pasado. Él confirmó que había perdido el control con Mora. Y ante la propuesta de la veterinaria de dar la perra en adopción, se negó rotundamente. Días después, el juez cerró el caso alegando falta de pruebas. El alemán acudió al centro veterinario con el auto y exigió recuperar su mascota. Joana no se lo podía creer. Cuenta que cuando iba a entregarle a la perrita, el animal no quería irse. “Tenía mucho miedo y prefería quedarse con nosotros, a pesar de que acababa de conocernos”.

Scott fue denunciado por maltratar a su perrita Mora.
“¡Es el chico ‘hippy’!”Al día siguiente, Carmen Thiel volvió a ver a Scott en un parque con Mora Miluna. “Luego desapareció. Incluso hubo gente que salió a la calle a buscar a la pobre perrita, pero no supimos nada más”, precisa la veterinaria. A partir de ahí se sospecha que Scott dio el salto a la vecina isla de Tenerife, donde también fue visto mendigando por la zona de playa de Las Américas. La Palma fue su último destino.Cuando llegó a La Palma, Scott Verdine siguió con su vida de indigente, tomando como primer punto de residencia unas paredes derruidas del conocido por los lugareños como parque de Los Monos, cercano a la sede de la Policía Local de Los Llanos de Aridane. Allí solían verlo tomando cervezas por la noche con otros jóvenes con los que de día se repartía la ocupación de entretener a los automovilistas en los semáforos de la avenida Carlos Francisco Lorenzo Navarro.Un vecino, Yeray Díaz, y varios amigos de su pandilla no dieron crédito cuando vieron la imagen de Scott en televisión, como presunto autor material del incendio de La Palma. “Mira, es el chico hippy de las bolas”, gritó Yeray mientras daba un salto y se levantaba de su asiento.”Nos llamó la atención porque era un chico que no se metía con nadie. A veces cuando pasaba por la calle nos saludaba con un “hola chicos”. Yeray comenta que pasó mucho tiempo observando su arte para mover las pelotas y alguna vez se acercó a preguntarle dónde había aprendido a lanzarlas al aire de una manera tan coordinada. “El tío lanzaba hasta cinco bolas y no se le caía ni una. Dice que sólo se aprendía practicando. Una de las veces me comentó que estaba aprendiendo a manejar el hula hoop. No hablaba casi español y un buen día desapareció del semáforo”. “Él mismo hacía las bolas con trapos y cinta de celo. Dentro les ponía un boliche para que cogieran peso. Era muy respetuoso cuando pasaba la gorra y sacaba dinerillo. Fíjate que a veces pasaba hasta tres horas dándole y se iba turnando con otros”.Scott Verdine Stumpf, el joven que huyó de su casa en Alemania para llevar una vida de ermitaño, que quería pasar desapercibido, lejos de cualquier vínculo social y familiar, no ha conseguido su sueño. Primero, cuando fue acusado de morder a su perra, los animalistas lo señalaron. Y ahora, sale en las noticias de todo el mundo como presunto autor del incendio más letal en lo que llevamos de agosto por quemar el papel higiénico después de defecar. Hasta la prensa de su país lo ridiculiza. El Bild lo ha llamado, en mayúsculas, “Feuer-Idiot”, idiota del fuego. Es el trágico papel que ha desempeñado el alemán errante. Él ahora está entre rejas y su perrita Mora Miluna, aquella por la que fue noticia mundial, ha encontrado un refugio salvador. El animal pudo escapar de las llamas… y de su dueño. Y desde aquel día es una más en la casa de la vecina María Noraida.

OOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMM….

Varias personas, sin ni siquiera conocerlo personalmente, también han ido al juzgado para interceder en favor del joven alemán. Apoyan la hipótesis de que es “un amante de la naturaleza que ha cometido un acto imprudente, pero totalmente involuntario”.

DEJA VU….