Qué fue del Premio de Poesía y Relato Pedro Hernández y Hernández

Mi última experiencia en un Concurso Literario me resarció con creces de mi participación en el VI Premio de Poesía Irreconciliables 2022, concurso que aunque se enmarca en el  Festival de poesía de Málaga y cuenta con el apoyo de “las instituciones, entidades e incluso empresas particulares interesadas y/o dirigidas a la promoción cultural y el desarrollo de las artes” (https://www.irreconciliables.com/el-festival/) destacadas, resultó siendo algo contradictorio y sobre todo frustrante, al comprobar que tras el envío de la obra por correo electrónico, ni siquiera esta entrega fuera respondida con un acuse de recibo comunicando en el mismo los datos referidos a la presentación del mismo. A este detalle se sumaron otros tantos que quise reflejar en un pequeño artículo y que aquí nada atañen, pero tras enviar dicho artículo a varios periódicos digitales de la provincia de Málaga, ninguno tuvo reparo alguno en contestarme, y por supuesto, acabó sin publicarse.

Por todo esto, que en el primer Certamen Literario 2023 “Sentimos La Poesía” , organizado por las Bibliotecas Municipales del Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife”, se reconociera el poema “Náufragos de amor” como premiado fue gratificante, pero por encima de cualquier galardón o premio canjeable, lo verdaderamente halagador fue poder escucharlo recitado por la reconocida escritora Elsa López, recién galardonada con el Premio Canarias de Literatura 2022. Junto a ella, mientras su dulce y aterciopelada voz entonaba los versos tratando de acomodarse a esas pausas no marcadas gráficamente y tan difíciles de desvelar, acertando en los silencios y sus trances,  al ritmo que solo el más íntimo sentimiento delimita especialmente cuando hablamos de poesía; me sentí tan emocionada, que no puedo dejar de agradecer el que me complaciera de tal modo por mis circunstancias personales de menoscabo “vocal”, en aquel acto que tuvo lugar en la Plaza José Mata de la Feria del Libro de Santa Cruz de La Palma. Y es que con los Certámenes Literarios quizá ocurra algo muy semejante a lo titulado en El País el domingo pasado en relación a la firma de los autores en la Feria del Libro de Madrid: que se crea  “Una burbuja de intimidad” (Sergio C. Fanjul. ELPAÍS. Domingo 28 de mayo de 2023), entre el escritor que participa y el escritor que lo lee, como la que sucede entre lectores y escritores cuando el autor accede a firmarles un libro.

Tal y como señalara en su discurso Elsa López  al dedicar el Premio Canarias de Literatura 2022 (La Palma Ahora, Santa Cruz de La Palma— 31 de mayo de 2022-08:07h) a las mujeres “las incansables, las luchadoras”, también “a esas mujeres represento […] a aquellas cuyos nombres se perdieron en una vieja estantería o que nadie o muy pocos leyeron”. Son muchas de esas mujeres (y hombre también por supuesto)  a las que muy pocos leen, las que concurren a los Concursos Literarios, por ello resulta tan importante que se sigan convocando, porque brindan la oportunidad de ser leídas a muchas voces desconocidas, y tan solo en participar encuentran el estímulo necesario para seguir escribiendo aquel relato, poema o cuento, que comoquiera, encontrarían la manera de escurrirse entre las líneas de sus libretas, porque en el deslizar de la tinta sobre el papel ya su satisfacción encuentran. Y yendo mucho más allá, reconozco que estos concursos se convierten en excelentes reclamos para hallar pequeñas joyas literarias, para hacer compilaciones especiales que deleitan a los lectores y si no fuera porque se convocan, no llegaríamos a conocerlas. Destacar por ejemplo, el maravilloso cuento de Eduardo Mendicutti “El último vagón”, primer premio del certamen Premios del Tren 2011, “Antonio Machado” de Poesía y Cuento; el cuento de Adolfo Martín Coello “Pasto de Volcán” (1º Premio de Adultos Santa Cruz de Tenerife 1989 Servicio de Publicaciones de la Caja General de Ahorros de Canarias), que hace poco descubrí en la Biblioteca de Los Llanos de Aridane y que con tanta hermosura refleja el dolor y la pérdida en cada surco de la tierra y en la lava innata a estas islas; o la sensibilidad prodigiosa del poema ganador del poeta Álvaro Adrián Perdigón “El envés de los días”, con el que ganó el Premio de Poesía Pedro Hernández y Hernández en el 2017.

Y llegados a este punto cabe plantearse un interrogante, ¿por qué el Premio de Poesía Pedro Hernández y Hernández, que rinde homenaje al que fuera Cronista Oficial y figura cultural relevante en Los Llanos de Aridane, que tuvo su primera edición en el 2013 y se celebra con carácter bienal desde entonces, lleva dos ediciones sin convocarse? Se celebró en los años 2013, 2015, 2017 y por último en el 2019, año en que el premio fue declarado desierto por el jurado. Que en el año 2021 no se convocara es entendible pues coincidió con la erupción volcánica y ya el sufrimiento fue inenarrable. Pero que este año 2023 no tenga cabida en las Fiestas Patronales de Los Llanos de Aridane creo que es algo lamentable, un desliz cultural notorio, que esperemos no fuera causado por recortes económicos, ya que si lo hubieran convocado sin dotación económica como premio, estoy segura de que muchos escritores habrían participado. Lo que prima en la concepción de crear es fundamentalmente la necesidad de compartir con los demás, de concebir puntos de vista distintos para que a través de la comunicación visual, plástica, oral, escrita… el compromiso social y los valores consensuen sus principales ardides para mantener la cultura y el conocimiento como estandartes en esta sociedad cada vez más abocada a no ver más allá de las redes sociales, y sean capaces de comprometerse por  la historia presente con los bienes (especialmente inmateriales) más necesarios; de ahí la necesidad de dar continuidad a este tipo de certámenes.

No hay mayor desprestigio para la cultura que convocar o desconvocar certámenes a merced de otras prioridades, pero parece que la política adolece de falta de rigor. Parece ser que este homenaje al que fuera Hijo Predilecto de Los Llanos de Aridane no se plantea tampoco este año, y a nadie le importa, tan solo a unos cuantos escritores que aún piensan que la escritura y la poesía sigue dejando huellas indelebles en el tiempo, y andan tras el rastro de nuevas voces que les cuenten y les narren historias que merecen ser escuchadas más allá del griterío de las redes sociales.