Nueva matanza de oveja palmera en Garafía. Custodio pide que se aplique la ley para acabar con este horror

Seis ovejas de raza palmera muertas y varias heridas, que no todos sobrevivirán, es el balance de un nuevo ataque de perros en Garafía, en esta ocasión en Hoya Grande. Una nueva matanza que desarma a los ganaderos y en este caso a la ganadera afectada, que están hartos del horror que viven cada cierto tiempo al encontrarse con sus animales, que con tanto esfuerzo cuidan, muertos por el ataque de perros.

El presidente de la Asociación Criadores de Oveja Palmera, Ángel Custodio, tiene claro que para acabar con esta situación lo que hay que hacer es aplicar la ley. “La ley esta clarita”, ha señalado Custodio a El Apurón, “y en los municipios los responsables de los perros son los ayuntamientos, y en caso de que se vean desbordados hay alguna cláusula para que puedan pedir auxilio a otra administración”.

Sin embargo, se lamenta, no la aplican y sigue el mismo problema. “Esto clama al cielo, los ganaderos tantos años luchando para que las ovejas no se pierdan y en un momento vienen y te matan las que has recuperado en tres años; no puede ser”, denuncia harto Custodio, que insiste en que la solución es aplicar la ley pero no se hace porque “los perros son de los vecinos y nadie quiere dar la cara”. Y a ello se suma que en el municipio solo hay un municipal, que hace lo que puede. El Seprona tampoco tiene plantilla suficiente para vigilar como haría falta.

Ángel Custodio reconoce que el tema es complejo pero llama la atención de que hay otros temas que son complejos y que se solucionan. “Los criadores, dice, no somos nadie, quedamos cuatro, y los jóvenes no quieren criar ovejas porque saben lo que pasa”.

Esta situación apena a los ganaderos porque las ovejas aparte de dar leche y corderos, conservan el paisaje como nadie. Uno de los mayores beneficios de las ovejas donde están en Garafía, que es una zona de alto riesgo de incendios forestales, valora Custodio, es la limpieza de terrenos alrededor de las casas, de las granjas, de los cultivos, etc. “Están haciendo una labor medioambiental muy grande porque para mantener lo que ellas limpian con herramientas mecánicas cuenta bastante dinero y no conservan el paisaje como lo hacen las ovejas. Son la mejor desbrozadora que hay”, sentenció.