Los otros dos frentes del incendio, el norte y el sur, están perimetrados
Helicópteros descargando agua ayer en el incendio-Luis G. Morera.
Los medios de extinción del incendio que se declaró en el noroeste de La Palma en la madrugada del sábado se concentran este martes en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, en una zona de pinar de orografía complicada y difícil acceso, pero se confía en que pueda haber “una mejora sustancial” en la evolución del fuego en las próximas horas.
Los otros dos frentes del incendio, el norte y el sur, están perimetrados, de manera que el operativo de extinción ha empezado a tratar la parte que afecta al Parque Nacional, unas 200 hectáreas de las aproximadamente 3.500 afectadas, como un incendio separado, han informado en rueda de prensa los responsables del operativo.
La noche ha sido muy tranquila, el fuego casi no ha avanzado por la bajada de temperaturas, la subida de la humedad y la ausencia de viento.
El plan para el día es consolidar definitivamente los perímetros en el norte y en el sur y concentrar los principales esfuerzos aéreos y terrestres en la Caldera de Taburiente.
En el sector norte ya no hay llama, mientras que en el sur aún hay una progresión en el barranco Jieque.
En la Caldera de Taburiente, el fuego afecta a una zona de pinar sin apenas sotobosque muy escarpada y de difícil acceso, con las labores dificultadas por la presencia de mucho humo debido a la inversión térmica.
Los efectivos en tierra en esa parte están apoyados por un equipo de montaña de la Cruz Roja y se realizan rotaciones de personal cada dos horas por la dificultad del trabajo en el suelo y la mala calidad del aire, ha explicado el consejero del Gobierno de Canarias responsable de emergencias, Manuel Miranda.
De los 400 efectivos que trabajan en tierra contra el fuego, van a estar en el interior de La Caldera al menos 24 miembros del Equipo Presa enviado desde Gran Canaria, 16 del Parque Nacional, 36 BRIF de La Palma y 50 Eirif del Gobierno de Canarias.
La seguridad de todo el personal es la prioridad en la zona, de mucha dificultad, ha explicado Alejandro Lorenzo, director de extinción de incendios del Cabildo de La Palma.
También se van a centrar en La Caldera los medios aéreos, diez en total, que, aunque a primera hora tuvieron dificultades por la presencia de nubosidad media y baja, se espera que mejoren las condiciones a lo largo del día, apuntó Montse Román, directora técnica del operativo.
La mayoría de los evacuados, que llegaron a sumar 4.000, han regresado a sus casas, aunque se mantiene desalojado el barrio de El Roque, en Puntagorda, y la parte alta de la carretera LP-1, desde el barranco Jurado hasta El Time.
En los albergues habilitados solamente permanecen cuatro personas, una de ellas porque ha perdido su casa. También hay albergados 74 animales.
Según el último balance, las edificaciones quemadas entre casas, cuatros de aperos y bodegas son unas veinte y el Gobierno de Canarias ya está elaborando el primer decreto de ayudas para muebles y enseres, explicó la consejera de Presidencia, Nieves Lady Barreto. También se refirió al inicio de los trámites por parte del Gobierno de Canarias para solicitar las ayudas al Gobierno de España, acordado en el Consejo de Gobierno celebrado en el día de ayer.
La única carretera que permanece cortada es la LP-214, así como la LP-1 en horario nocturno por obras.
La red de senderos insular empieza abrirse, excepto en zonas de La Caldera y la de la comarca noroeste, ha informado el presidente del Cabildo, Sergio Rodríguez. Además señaló que ya se han iniciado los trabajos para valorar los daños provocados hasta ahora por el incendio forestal. Estas labores se hacen con el acompañamiento en todo momento de bomberos de La Palma y Tenerife. En la zona de la Hacienda del Cura será personal del Ayuntamiento de El Paso para que se puedan hacer las labores de regadío y comprobación de daños de la zona. De la misma forma, indicó que la red de senderos de la isla se comienza a abrir, excepto los ligados a la Caldera de Taburiente y los municipios afectados.
El empeoramiento de la calidad del aire ha llevado a emitir una recomendación a la población para que en la medida de lo posible eviten las salidas al exterior y la práctica de deportes al aire libre, así como que utilicen mascarilla en caso necesario, pero no hay previsión de confinamientos y de hecho se espera una mejora en las condiciones.
La previsión meteorológica de la Aemet indica que en la zona se continuarán las brisas de ladera, con vientos de hasta 40 kilómetros por hora a partir de los 2.200 metros de altitud.
Las temperaturas van a ir ascendiendo con respecto a los días precedentes hasta un máximo de 30 grados centígrados y se va a ir elevando la altura de la capa húmeda hasta los 1.400 o 1.500 metros al comienzo de la tarde.
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