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Política
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Sanidad combatirá las listas de espera con planes quirúrgicos los fines de semana

Archivo. Monzón, junto a Narvay Quintero, en el primer Consejo de Gobierno.

La consejera de Sanidad, Esther Monzón, ha anunciado este viernes “planes quirúrgicos especiales” durante los fines de semana y de lunes a viernes fuera de la jornada habitual para reducir las listas de espera, “el objetivo absoluto, primordial y central” de su departamento.

Monzón, que ha comparecido en comisión parlamentaria para detallar las líneas estratégicas de su departamento en esta undécima legislatura, ha avanzado también que se dará prioridad a “los procesos inaplazables”, se desarrollará el proyecto denominado ‘Dar calidad a la espera’ y se avanzará en la creación de una plataforma de historia clínica única.

La finalidad de esta herramienta, ha explicado, es que sea accesible en todos niveles asistenciales, incluso el sociosanitario: “un paciente, una historia. Esa será la clave”.

La consejera de Sanidad ha hecho hincapié en que los datos publicados a 30 de junio de 2023 reflejan “una tendencia sostenida al alza” con un aumento interanual de la lista de espera quirúrgica del 10,5%, del 27,4% en consultas y del 0,2% en pruebas diagnósticas.

De ahí que “vamos a emplear todos los recursos a nuestro alcance para mejorar la accesibilidad del sistema y resolver los problemas de salud en el menor tiempo posible. No hay tiempo que perder. El objetivo es invertir la tendencia, al menos a medio plazo esta será nuestra acción prioritaria”, ha reiterado.

Aparte de reducir los tiempos de espera, otro de los principales objetivos de la Consejería de Sanidad será ampliar las unidades y servicios en las islas no capitalinas.

La previsión es poner en marcha las unidades de hemodinámica en los hospitales de Lanzarote y Fuerteventura y concluir la de La Palma; la unidad de oncología radioterápica en el hospital de Lanzarote y la nueva unidad de hospitalización quirúrgica en el de Fuerteventura; la ecografía, la dermatografía y la resonancia magnética en La Gomera antes de final de año; y en El Hierro se continuará con el proyecto de implantación de la resonancia magnética y el desarrollo de sus infraestructuras.

Otras líneas estratégicas de Sanidad para los próximos cuatro años serán potenciar la atención primaria, y para ello se está realizando en estos momentos un proceso de evaluación, para no entrar “como elefante en cacharrería”; y mejorar la atención de la salud mental y la prevención de las adicciones -en unos meses se pondrá en marcha un programa de prevención del suicidio en el ámbito escolar-, así como de la cronicidad, motivo por el que se han creado nuevas direcciones generales específicas de estas materias.

“Humanizar” la asistencia sanitaria en todos sus ámbitos; reforzar la salud pública, con acciones concretas como un plan de prevención de la obesidad infantil; apoyar el talento, la investigación y la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación y de la inteligencia artificial; reducir la temporalidad de los profesionales del Servicio Canario de la Salud hasta el 8%; aplicar una política de emisiones cero de CO2; y velar por “la sostenibilidad económico-financiera” completan la hoja de ruta de Sanidad para los próximos cuatro años.

Todas estrategias confluyen en un objetivo primordial: dejar el sistema sanitario mejor de cómo se lo encontró, ha proclamado Esther Monzón, quien ha planteado suscribir “un pacto por la sanidad”, recogiendo el guante de Jesús Ramos, de ASG, que le pedía un pacto por la salud mental; y ha lamentado el nivel de “crispación” exhibido los grupos en la comisión parlamentaria.

Y es que en sus intervenciones, los diferentes portavoces en la comisión parlamentaria de sanidad se han cruzado reproches, en especial el socialista Miguel Ángel Pérez y la popular Rebeca Paniagua.

Pérez ha empezando cuestionando la idoneidad de determinados altos cargos nombrados en la Consejería de Sanidad, un área que “no se puede gestionar a golpe de carné de partido, sino con profesionales”, a lo que Paniagua ha replicado recordando la experiencia del anterior consejero, el socialista Blas Trujillo, como “personal laboral de la Autoridad Portuaria”.

El diputado socialista ha cuestionado que se creen nuevas direcciones generales, “debilitando” servicios y “tomas de decisiones”, y se junten en una misma dirección general salud mental y adicciones, y ha preguntado si cuando habla de apoyarse en los agentes sociales se pretende “una delegación o privatización” de la atención a las drogodependencias.

Sobre el “agujero” de 500 millones de euros en Sanidad denunciados por el actual ejecutivo como “herencia” del anterior, ha hecho hincapié en que “siempre hay un desfase de gasto farmacéutico intrahospitalario” y que permanecerá “vigilante” el próximo año para ver si vuelve a suceder, algo de lo que está convencido.

Además, Miguel Ángel Pérez ha acusado a los partidos que cogobiernan Canarias, CC y PP, de “obviar información muy importante” en sus críticas a la gestión del anterior ejecutivo, la relativa al gasto asociado a la pandemia de covid-19, en línea con lo manifestado con Yone Cabarallo, de Nueva Canarias, quien ha recordado que por entonces todo el personal sanitario, como él, enfermero de profesión, estaban volcados en “salvar vidas”.

Caraballo ha trasladado a la consejera la “incertidumbre” que impera entre los profesionales sanitarios porque “el primer mensaje” de los nuevos gestores “es que hay que recortar, dar hachazos (…) Estamos asustados porque los conocemos”, porque en la anterior presidencia de Fernando Clavijo “no había agua ni jeringuillas” en los centros sanitarios. “Sabemos cómo puede ser esto”, ha rematado.

Rebeca Paniagua, del Grupo Popular, ha rebatido a los diputados del Grupo Socialista y de Nueva Canarias enfatizando que la gestión sanitaria anterior legislatura, en la que gobernaron sus partidos en las islas junto a Unidas Podemos y ASG, se define “con una palabra en mayúscula: colapso”.

Ha afeado que el Gobierno del ‘Pacto de las Flores’ desdeñó el ‘plan de rescate’ que le propuso el PP, síntoma de “sectarismo en estado puro”, y se ha mostrado convencida de que el actual ejecutivo “tiene claro” el diagnóstico y las prioridades.

Una de ellas es habilitar más camas sociosanitarias, donde “Canarias está a la cola”, ya que “no se puede permitir” que unos 500 mayores con alta sigan ocupando camas hospitalarias.

También se han de potenciar los servicios hospitalarios, ha continuado Paniagua, para evitar “más saturación de las urgencias”, y un “plan de choque real” frente a las listas de espera, cuyos últimos datos revelan que “ese plan aborda o desborda” puesto en marcha por el anterior ejecutivo “fue un rotundo fracaso”.

En cuanto a la situación del personal sanitario, ha abogado por trabajar desde “el consenso y el diálogo”, teniendo en cuenta que Canarias es de las comunidades autónomas “con peores condiciones y remuneraciones”, frente al clima de conflictividad de los últimos años.

A todo esto se suma el “desajuste o déficit presupuestario, como lo quieran llamar” los partidos que gobernaron en la anterior legislatura, que viene a demostrar, desde su punto de vista, que “no se trata de tener más dinero, sino de gestionarlo bien”.

En la misma línea, José Alberto Díaz Estébanez, del Grupo Nacionalista, ha rechazado “lecciones de quien ha fracasado estrepitosamente en la gestión sanitaria”, aun consciente de que esta área es “un monstruo voraz e indomable” cuya demanda de recursos es “infinita”.

Estébanez ha abogado por buscar el equilibrio entre “humanidad” del servicio y “eficiencia” para que el sistema sanitario sea “sostenible” y ha considerado “loable” el esfuerzo prometido por mejorar la atención primaria y las nuevas direcciones de salud mental o de la cronicidad.

“Pero si no acometemos el gran problema de las listas de espera habremos fracasado. Ese es el gran reto que tenemos”, ha subrayado.

Marta Gómez, del Grupo Parlamentario de Vox, ha lamentado que la sanidad en Canarias esté en “una situación precaria, se puede decir de las peores de España”, lo que “seguramente no es un problema de cuatro años de gobierno socialista” sino que se remonta más tiempo atrás.

A la consejera Esther Monzón, a quien le ha tocado “bailar con la más fea”, le ha puesto deberes: reforzar la atención primaria con más profesionales, actualizar el mapa sanitario, incrementar y renovar infraestructuras para dar “un servicio accesible y de calidad”, y mejorar la atención sociosanitaria.

Jesús Ramos (ASG) ha coincidido con los diputados de PSOE y Nueva Canarias en que hay que tener en cuenta que en la pasada legislatura, en la que “bastantes servicios y proyectos” funcionaron “bien”, hubo “una situación anómala”, en referencia a la pandemia, “y hubo que improvisar muchas veces”.

Sin embargo, hay problemas que “se han convertido estructurales”, como las listas de espera, que requieren de “políticas de eficacia y eficiencia”.

Ramos ha aplaudido el anuncio de más servicios y equipamientos para las islas no capitalinas y ha sugerido una actualización de las indemnizaciones en caso de traslados a hospitales de referencia, para adecuarlas a los gastos actuales.

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