Canarias ha registrado su mes de octubre más cálido desde 1961 con una temperatura media de 23.8ºC, lo que supone una anomalía térmica de 3,6ºC, según recoge el ‘Avance Climatológico’ de la Aemet hecho público este martes que incide en la inusual ola de calor que afectó a las islas.
Además, el valor medio de las precitaciones acumuladas fue de 18,9 litros por metro cuadrado, el 59% del valor esperado, lo que sitúa el mes de octubre como un mes pluviométricamente seco, el vigésimoséptimo más seco desde 1961.
El calor hizo que en algunos puntos del archipiélago hubiera noches tropicales todos los días del mes como la estación del centro meterológico de Santa Cruz de Tenerife, Mogán (Gran Canaria), Fuencaliente (La Palma), Sabinosa, Tacorón y el aeropuerto de El Hierro, San Sebastián de La Gomera y el puerto de Morro Jable, en Fuerteventura.
En total se han registrado 1.629 noches tropicales y 322 noches tórridas, cuando el año anterior fueron 769 y cero, respectivamente.
La temperatura máxima se registró en la zona de Sabinosa, en El Hierro, con 40,6ºC el día 4 de octubre mientras que la mínima más alta se localizó en la zona del helipuerto de Teguise con 27,2ºC.
Asimismo, la temperatura media mensual más alta se alcanzó en Tasarte (Gran Canaria) y en la estación del aeropuerto Tenerife Sur, con 27,4ºC.
El mes ha estado marcado por una ola de calor de 16 días, la más larga desde 1975, y que supone la tercera del año, de tal manera que 2023 es el segundo año con más dias (26) bajo ola de calor.
Este episodio se fue gestando en los últimos días de septiembre cuando el anticiclón atlántico fue situándose al oeste de la Península Ibérica, siguiendo una trayectoria hacia el centro de Europa.
Así, la presencia de una DANA al sur de las Azores, el desplazamiento hacia el oeste de la dorsal africana –posicionándose sobre Canarias–, así como la situación de débil gradiente bárico sobre las islas, estableció un flujo de sur sureste con potente
advección cálida y seca, provocando un fuerte ascenso de temperaturas y presencia de calima durante la mayoría de los días del episodio, aunque alcanzando su mayor concentración durante los días 7 y 8.
Ya a partir del día 17, con el anticiclón altántico situado ya sobre el centro de Europa y con el alta africana desplazándose hacia el este, fue posible la entrada de un frente, en frontólisis, asociado a la borrasca atlántica ‘Babet’, que dejó algunas precipitaciones sobre Canarias y posibilitó un cambio de flujo sobre las islas y que las temperaturas empezaran a descender progresivamente, especialmente después del 21 de octubre.
