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Navidad

Un Belén inspirado en la caída del muro del Berlín

  • Realizado por Juan Marcelino Rodríguez y David Roríguez Saucedo

Nacimiento inspirado en la caída del Muro de Berlín.

Ya se encuentra abierto al público, en horario de tarde, el nacimiento de Juan Marcelino Rodríguez Ramírez y José David Rodríguez Saucedo, miembros del Grupo Etnográfico Baile Bueno, en La Laguna, Los Llanos de Aridane. Este nacimiento desde hace años se ha caracterizado por conjugar los misterios de la venida del Niño Dios con el mundo actual y su problemática. Algunos comentarios que han llegado a sus artífices lo definen, al estar acompañado de luz y sonido, de una invitación a la reflexión propia de las fechas navideñas.

Este año coincidiendo con el XX Aniversario del derribo del muro de Berlín se ha elaborado un tradicional nacimiento, que se aprovecha para hacer una denuncia de todos aquellos muros y barreras que dividen a la sociedad actual. Muros de discordia e intolerancia.  

El texto explicativo de este curioso y peculiar nacimiento, escrito por María Victoria Hernández, Cronista Oficial de Los Llanos de Aridane recoge: "No más murallas. No más alambradas. Dos mundos separados por un muro de discordia.

 

En esos parajes tres reyes magos, venidos del lejano Oriente, buscaban lo que habían anunciado los profetas: el nacimiento del niño Dios. Durante años, a un lado y otro de esa muralla rematada de alambre de espino, se escuchaban los mismos villancicos, con los mismos versos y al son de panderos y castañuelas, exclamaban: «¡Gloria a Dios en el cielo y, en la tierra, paz!».

Mientras los camellos avanzaban sigilosamente, los reyes encontraron, por suerte, que la imponente muralla había sido derruida, después de décadas de aislamiento de un mismo pueblo. Llegó el día deseado y por fin el muro fue cayendo; bajo la sombra de una puerta triunfal, rematada por un ángel, hallaron cobijados a María, a José y al niño. Era el lugar elegido, delante de ellos se encontraba la esperanza de los hombres.

Entre las ruinas de los viejos muros de hormigón y las alambradas, los pastores del lugar se apresuraban a traer ofrendas al recién nacido y, por primera vez, después de muchas décadas, todos cantaron juntos:

«Noche de paz, noche de amor,
claro el sol brilla ya,
y los ángeles cantando están:
"Gloria a Dios, gloria al Rey Celestial».
duerme el Niño Jesús"».

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