Volcán. César Hdez Regal
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han liderado un estudio, desarrollado en torno al volcán de La Palma, cuyos resultados prometen suponer un avance en el pronóstico de erupciones volcánicas. Empleando un método basado en el análisis del cambio de forma que experimentó la isla durante la erupción, los científicos fueron capaces de estimar su duración unos 42 días antes del cese de la actividad volcánica. En la metodología y las implicaciones de este trabajo, publicadas en la prestigiosa revista Geophysical Research Letters, han participado miembros de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
El trabajo ha constatado la importancia de una correcta interpretación de los datos obtenidos en tiempo real mediante las redes de vigilancia volcánica. Estas redes instrumentales pueden controlar cambios minúsculos de la forma del terreno con un elevado nivel de precisión, inferior incluso al centímetro, lo que proporciona información clave para comprender la evolución del sistema de alimentación de una erupción. En este sentido, en el caso de La Palma, la buena configuración de la red de estaciones del Sistema de Navegación Global por Satélite (GNSS) desplegada en la isla por el IGN permitió obtener una serie temporal excepcional que, unida a la conceptualización y modelado realizado por el CSIC y la UPM, detectó cómo la presión del magma fue disminuyendo a medida que transcurría la erupción.
“El modelado del proceso de ralentizamiento de la contracción del volcán, que fuimos calibrando durante la erupción, nos permitió estimar el final de la deformación lo que, siguiendo unas hipótesis bastante básicas sobre la física de los volcanes, coincidiría con el fin de la erupción” señala Pablo J. González, investigador del grupo de volcanología del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) de Tenerife.
La hipótesis principal del trabajo consideró que el sistema de alimentación del volcán estaba cerrado, es decir, la dinámica de la erupción respondía a una simple evacuación de fluidos de una cámara magmática, en la que no había nuevas entradas de magma localizadas a una mayor profundidad. “El análisis a posteriori del proceso de ralentización de la deformación permitió corroborar que esta estabilización se producía 38-40 días antes del final de la erupción. Este análisis y la comprobación de que la velocidad de ralentización y del volumen de las lavas emitidas por el volcán coincidía, indicaba que la masa del sistema de alimentación no había aumentado durante la erupción” explica María Charco, investigadora del Instituto de Geociencias (IGEO, CSIC-UCM) de Madrid.
De las conclusiones del estudio se desprenden ciertos parámetros importantes para estudios futuros como la proporción existente entre la pérdida de presión en el momento de cese de la erupción y la sobrepresión a su inicio. Este valor porcentual puede ser útil a la hora de realizar pronósticos sobre la duración de futuras erupciones en La Palma y en un mayor número de volcanes de otras zonas del planeta.
El pronóstico de erupciones volcánicas, una asignatura pendiente
Actualmente, el pronóstico de erupciones volcánicas es uno de los grandes retos científicos de la volcanología moderna, puesto que no se dispone de conocimiento ni herramientas precisas con las que prever cambios de comportamiento futuros. Aunque se han hecho grandes avances para anticipar el comienzo de las erupciones a partir de observaciones de sismicidad y deformación del terreno, no se ha experimentado tanto progreso en otro tipo de pronósticos como, por ejemplo, la duración total del proceso. Conocer ese dato con anticipación es clave en erupciones efusivas como la de La Palma, puesto que los flujos de lava representan uno de los principales peligros geológicos. Saber durante cuánto tiempo son alimentadas las corrientes lávicas permitiría conocer con antelación hasta donde podrían avanzar y, por tanto, ser más efectivos en la mitigación de sus riesgos.
Charco, M., González, P.J., García-Pallero, J.L., García-Cañada, L., del Fresno, C. and Rodríguez-Ortega, A. (2024) The 2021 La Palma (Canary Islands) eruption ending forecast through magma pressure drop, Geophys. Res. Lett. DOI: https://doi.org/10.1029/2023GL106885
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Warren Sanchez
Tejón, afirmo que Las Manchas es un pueblo fantasma. Los que están, pocos, se quieren marchar y los que debían venir no quieren hacerlo, ¿Por qué será?
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Mancherodecorazon
Tejon, Ud. no es de Las Manchas, ni ha pernoctado allí después de la erupción dos noches seguidas, tampoco ha tenido que acceder desde esas “dos carreteras” (2), subiendo o bajando ese enlace que más bien es una peligrosísima montaña rusa.
Lo del Tablado es harina de otro costal y merece mención aparte. No voy a entrar en detalles.
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Tejon
El atajo, yo no digo que no haya que reconstruir la lp2. Pero lo que tampoco comparto es que digan que las manchas están aisladas, cuando tienen ya dos carreteras para llegar hasta allí desde los llanos. Que se tarda, 5 min más que si estuviese la lp2?
Estar aislado es vivir en el tablado, pero no creo que vivir en las manchas se pueda decir que sea estar aislados. Cuando desde el centro de los llanos hasta allí no se tarda mucho más de 15 min en coche.
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corbatacolombiana
Sí si si y después el centro nacional de volcanes lo quieren poner en Tenerife. Se les ve el plumero
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amaranta
Me parece tremendamente cansino cada vez que veo como estos “científicos” pretenden alargar más y más el chicle del volcán.
Una desgracia que nos tocó. Se está ayudando a l gente y tenemos que seguir adelante y levar el ancla. No podemos pretender seguir viviendo de las rentas del volcán.
Cuenta nueva y adelante
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RLR
Hasta que no inventen una maquina que pueda atravesar nuestra corteza terrestre, llegar al manto e incluso al nucleo de nuestro planeta jamás se podrá saber cuando, donde y como saldrá una nueva erupción, lo poco que se sabe sobre vulcanología se sabe en base a lo que ha ocurrido en el pasado mediante estadisticas y probabilidades y no en cuanto a estudios cientificos del interior de nuestro planeta como tales.
Lo unico que podemos sacar en claro es que vivimos en una isla volcanica, que tenemos un gran volcán activo (Cumbre Vieja) y que volverán a haber una, y mas y mas erupciones en el futuro, y que seguirán haciendo cada vez mas daño porque la isla está cada vez mas habitada y con mas infraestructuras, mas explotaciones agrícolas, etc… y hay que asumir esa realidad.
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LeonMarrero
Sabían dónde iba a explotar días antes, sabían cuándo iba a terminar semanas antes…
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Peje Verde
El volcán en la Palma reventó con semáforo en amarillo y tenían todos los aparatos y dinero a mansalva.
Ahora a toro pasado todo lo pueden preveer al milímetro.
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El atajo
No, los nuevos caminos no son precisamente estudios que indiquen la duración de la erupción. Los nuevos caminos serían p.e. reconstruir ese pequeño tramo de la LP2, Tajuya-Las Manchas y, no tener más tiempo aislados a los vecinos de ese pueblo casi convertido en fantasma, obligando a sus escasos habitantes a seguir vías muy peligrosas. Igualmente, Jedey, El Charco y Fuencaliente lo están esperando…
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pegonfer
Dentro de cincuenta o mas años habrá otra erupción en la Palma, eso nunca se sabe ni el dia ni cuando será lo sabremos cuando empiece a moverse la isla
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