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Ben Magec - Ecologistas en Acción alerta de la amenaza que suponen las especies exóticas invasoras para la biodiversidad autóctona canaria

Barranco de Briesta , antes y después de la intervención contra el rabo de gato

Este pasado jueves la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) actualizaba su Lista Roja de Especies Amenazadas, que las clasifica según su mayor o menor riesgo de desaparición. En ella, el lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini) aparece en peligro crítico, clasificación anterior a considerarse una especie extinguida. En total, se incluyen hasta 109 especies amenazadas en Canarias y 93 críticamente amenazadas, siendo la comunidad autónoma con más especies en peligro crítico. En ambas categorías, el grupo más abundante es el de las plantas, representando alrededor del 50% en los dos casos.

La principal amenaza para el lagarto gigante es una especie invasora introducida en la isla de la mano del ser humano en la década de los 90: la culebra californiana. La llegada de esta serpiente al territorio insular tiene relación probablemente con su tenencia como mascota y su liberación, intencionada o accidental, en el medio natural. Se detectó por primera vez en el municipio de Telde en el año 1998 y desde ese entonces se ha expandido rápidamente, con asentamientos desde el norte al suroeste de la isla, lo que indica que está presente ya en la mayor parte de las zonas medias y bajas de Gran Canaria. En todos sus asentamientos, la culebra ha logrado ocupar diferentes ambientes: naturales, agrarios e incluso suburbanos. En muchos casos se encuentra también en las proximidades o en el interior de espacios naturales protegidos. La base de su dieta la constituyen reptiles autóctonos como el lagarto gigante de Gran Canaria, su principal presa, seguido de la lisa grancanaria y el perenquén de Boettger. Dada su capacidad de establecimiento y dispersión en el medio natural y los efectos adversos que ocasiona en los ecosistemas que ha colonizado, esta culebra es considerada como la invasora más preocupante de la isla de Gran Canaria.

Otra de las amenazas directas a la que se enfrenta el lagarto gigante grancanario y otras especies animales de las islas son las colonias de gatos asilvestrados. A nivel mundial, los gatos se relacionan con la extinción de hasta 63 especies de vertebrados. En los ecosistemas insulares han estado involucrados en el 14% de todas las extinciones de aves, mamíferos y reptiles y en el declive del 8% de los mismos catalogados en peligro crítico. La UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) incluye a los gatos entre las 100 peores especies invasoras del mundo y el Gobierno de Canarias la trata también como invasora en su lista del Banco de Datos de Biodiversidad.  En Canarias está presente en todas las islas y ocupa una gran variedad de hábitats, desde la costa hasta las zonas de alta montaña, a más de 2000 m de altitud. Entre los reptiles depreda sobre todo lagartos, lisas y perenquenes endémicos, preocupando especialmente su efecto sobre los lagartos gigantes de El Hierro (Gallotia simonyi), La Gomera (Gallotia bravoana), Tenerife (Gallotia intermedia), y Gran Canaria (Gallotia stehlini),  todos en peligro de extinción. 

Las especies exóticas invasoras son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo y causan graves problemas no sólo ambientales, sino también sociales y económicos. Esto ha supuesto, junto con la pérdida de hábitat, las principales causas de extinción de especies en el planeta. Su proliferación en las islas es una de las mayores amenazas para nuestra biodiversidad autóctona, a lo que se suman también otros problemas derivados de la urbanización de sus hábitats o el ganado asilvestrado. 

En las islas contamos con un total de 109 especies amenazadas y 93 en peligro crítico. De las especies vegetales, el rabo de gato (Cenchrus setaceus) es la que mayor impacto está ocasionando en los ecosistemas canarios, produciendo una clara homogeneización y pérdida de biodiversidad en los espacios naturales. Se trata de una gramínea originaria del noreste de África que fue introducida en Canarias con fines ornamentales en los años 40. Cada planta puede llegar a producir 10.000 semillas capaces de permanecer en el suelo hasta seis años antes de germinar, con un crecimiento rápido y una enorme resistencia a los cortes, el pisoteo y el fuego, llegando a vivir hasta 20 años.

Canarias cuenta con más de 200 especies incluídas en el catálogo de invasoras, que suponen un enorme riesgo para nuestra biodiversidad en un territorio frágil y limitado como el que habitamos. Desde Ben Magec – Ecologistas en Acción exigimos a las instituciones públicas y organismos responsables la adopción de medidas y soluciones urgentes que pongan freno a una problemática que llevamos décadas arrastrando. Solicitamos la prioridad absoluta en la puesta en marcha de acciones de prevención, control y erradicación. Entre otras medidas, intensificando el control en las entradas a través de puertos, aeropuertos, viveros comerciales y tiendas de mascotas, coordinación conjunta entre cabildos y ayuntamientos, campañas continuas de control y contratación personal para estas tareas a través de los fondos FDCAN para dinamización de empleo del Gobierno de Canarias. También es necesaria una mayor sensibilización ciudadana y que tanto los ayuntamientos, cabildos y servicios de medio ambiente, empleo y residuos trabajen conjuntamente para que la erradicación de las especies invasoras que amenazan nuestros ecosistemas sea una realidad a corto plazo.

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