Archivo - Una persona es atendida por los servicios de emergencia a su llegada al muelle de La Restinga. H.Bilbao - Europa Press.
El cayuco naufragado la pasada madrugada en la isla de El Hierro llevaba dos días sin agua y sin comida, lo que llevó a sus ocupantes a tener que beber agua salada, generando así una situación de desespero que contribuyó a que cundiera el pánico en el momento de ser rescatados, provocando el vuelco de la embarcación y el posterior fallecimiento de nueve personas y la desaparición de otras 48.
Así lo ha informado el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, que se ha desplazado a la isla de El Hierro y ha comparecido ante los medios de comunicación junto al presidente del Cabildo, Alpidio Armas, y el general al mando de la Guardia Civil en Canarias.
El delegado del Gobierno ha relatado que el cayuco partió hace seis días de Nuadibú (Mauritania) y los 27 supervivientes, entre los cuales habría cuatro menores, han comentado a los servicios de emergencia una vez en tierra que en la embarcación viajaban hasta 90 personas.
Anselmo Pestana indicó que, tal y como enseñan los expertos de Salvamento Marítimo, lo más importante durante un rescate es que los migrantes mantengan la calma y sigan las instrucciones de quienes dirigen la operación de salvamento para poder equilibrar la embarcación en la que viajan y evitar así que vuelque. Sin embargo, señaló que lo sucedido esta madrugada pudo ser “fruto del desespero”, dado que llevaban dos días sin alimentos y sin agua, lo que “ayudó a que cundiera el pánico y se levantaran todos a la vez causando esta tremenda desgracia”.
A este respecto, comentó que los propios migrantes que lograron salvarse han señalado a la Guardia Civil que ellos mismos provocaron el vuelco del cayuco “fruto del nerviosismo, de la desesperación, la falta de alimentos y de agua”. Además, contaron que habían bebido agua salada, lo que provoca la pérdida de las facultades cognitivas. Todo esto provocó que no siguieran las indicaciones de las personas que estaban dirigiendo la operación de rescate y que causasen el vuelco, cayendo al mar.
Pestana incidió, además, que estas personas llevaban seis días en la embarcación con los músculos entumecidos, con una carencia de movilidad y muchos de ellos no saben nadar y ni siquiera son capaces de mantenerse flotando en el agua para poder ser rescatados, por lo que “es casi un milagro haber salvado a 27 personas”, admitió el delegado del Gobierno.
Quiso recordar, también, que la Ruta Atlántica es “muy dura y no está exenta de estas desgracias”, lamentando que en esta ocasión no se hubieran salvado todos, dado que se trata de la guardamar Concepción Arenal, que fue quien realizó el rescate, “está preparada para ello y cuenta con profesionales y con capacidad para llevarlo a cabo, por lo que se trata de una desgracia ajena a la labor profesional que ha hecho Salvamento Marítimo”.
Anselmo Pestana ha detallado que de los 27 supervivientes, dos fueron rescatados por el helicóptero Helimer 201 de Salvamento Marítimo y fueron trasladados al Hospital Ntra. Sra. de los Reyes. El resto fue llevado al muelle de La Estaca, donde recibieron asistencia por parte del personal sanitario del Servicio de Urgencias Canario (SUC) y de Atención Primaria, además de por voluntarios de Cruz Roja. Finalmente, otras tres personas fueron derivadas al Hospital con síntomas de hipotermia de carácter grave.
Anselmo Pestana ha informado que continúa desplegado un amplio dispositivo de búsqueda por tierra, mar y aire de los 48 migrantes desaparecidos. El operativo está formado por la salvamar Mizar, la guardamar Calíope, el buque Heroínas de Sálvora y el helicóptero Helimer 101 de Salvamento Marítimo, y la patrullera Río Guadiato de la Guardia Civil.
También están operando el helicóptero Cuco de la Guardia Civil y el helicóptero del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno de Canarias con base en El Hierro. Además, está previsto que a lo largo de la tarde se sume un avión de Salvamento y también se han desplazado a la isla cuatro buzos del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.
En tierra hay dispuestas cuatro patrullas de la Guardia Civil, compuestas por ocho personas, que están realizando labores de observación y vigilancia desde la costa, además de otros cuatro agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil que están colaborando en las labores forenses que ya se están practicando a los nueve cadáveres que pudieron ser rescatados tras el naufragio.
El delegado del Gobierno ha manifestado que el operativo de búsqueda se mantendrá “el tiempo que haga falta”, pues es probable que a partir del segundo día puedan empezar a aparecer cadáveres de algunas de las personas que iban en el cayuco, tal y como ha ocurrido en sucesos similares. En este sentido, Pestana dijo que ya ha hablado con la Viceconsejería de Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias para que haya un refuerzo del personal forense, e incluso ver la posibilidad de que, si apareciera un número importante de cadáveres, pudieran ser trasladados a la isla de Tenerife para realizarles la autopsia.
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