Trabajadores de centros de dependencia en La Palma protestan para exigir refuerzos de personal

Trabajadores y residentes de la residencia de pensionistas de La Dehesa y del Hospital de Nuestra Señora de Los Dolores, los dos centros de dependencia de titularidad pública de La Palma, se han concentrado este jueves para exigir refuerzos en el personal tras meses de sobreesfuerzo que afectan a la calidad del servicio.

Estas concentraciones convocadas frente a los centros mencionados tienen como objetivo forzar al Cabildo insular a atender las demandas de los trabajadores y sus representantes sindicales que solicitan mayor agilidad en las contrataciones para reducir el número de horas extras y turnos dobles a los que se ve obligado el personal actualmente.

El delegado de personal de CCOO en el Cabildo de La Palma, Francisco Arrocha, ha señalado que desde el mes enero “se está fallando en las contrataciones para estos centros debido a la mala organización y al protocolo de llamamientos que está obsoleto”.

Aunque Arrocha reconoce el esfuerzo por parte de la Consejería de Recursos Humanos del Cabildo de La Palma para solucionar esta problemática, considera que “llegan demasiado tarde, y anuncian que van a cubrir 27 plazas cuando tenemos 40 más vacantes”.

El delegado de personal se ha cuestionado si no se puede utilizar el mismo modelo de contratación que se utiliza en los hospitales para cubrir bajas y sustituciones de manera ágil en los centros de dependencia, donde “no se pueden quedar los puestos desatendidos ni una hora de las 24 que tiene el día”.

Protesta a la puertas de la residencia de pensionistas por la falta de personal en el centro que gestiona el Cabildo de La Palma.

Además, Arrocha opina que “aunque el personal hace de tripas corazón para que la calidad asistencial no sufra, el estrés afecta al talante con el que atiendes al paciente por mucho que lo quieras evitar”.

Durante la concentración de este jueves frente a la residencia de pensionistas de La Dehesa, tanto internos como trabajadores han protestado por el “chantaje emocional” al que se enfrentan los trabajadores que en algunos casos no pueden solicitar sus vacaciones correspondientes para no dejar a los mayores desatendidos.

“Fuimos los héroes durante la pandemia, y ahora se han olvidado de nosotros”, han exclamado auxiliares de enfermería, celadores, sanitarios, personal de limpieza o del servicio de comedor, que han amenazado con mantener las concentraciones semanalmente hasta que se resuelva la situación.