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Los cantones o bandos prehispánicos de Benahoare II: Tihuya 

4.- El cantón de Tihuya

Según J. Abreu Galindo: “El segundo señorío fue el término de Tijuya, hasta la montaña llamada Tamanca; y de esta tierra era señor un palmero que se decía Chedey, hijo de un palmero señor de aquella tierra, en cuyo tiempo decían los palmeros antiguos que había derretídose la montaña de Tacande … y el que, según decían, había pronosticado la ruina de esta montaña, que era en aquel tiempo la más fértil y poblada de gente que había en esta isla de La Palma. (J. Abreu Galindo, 1977: 267). Este volcán, actualmente conocido como Montaña Quemada, “… cuando se derritió y corrió por aquel valle, era la más viciosa de árboles y fuentes que había en esta isla, y que en este valle vivían muchos palmeros, los cuales perecieron …” (1977:264-265).

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Volcán Tacande-Montaña Quemada (en primer término) y sus campos de lava (Foto: Jorge Pais Pais)

La cita textual anterior es muy interesante y podemos abordar una buena cantidad de temas. Pero antes de ello consideramos necesario abordar otras cuestiones que nos hablan de la importancia que tuvo este cantón y de lo maltratado que fue en la segunda mitad del siglo XV. La facilidad de acceso a sus costas, junto con Aridane, hacia que estuviese sometido a numerosas razias de los señores feudales de La Gomera y El Hierro que buscaban esclavos, ganado, quesos, pieles, etc. En una de ellas sabemos que “…viniendo Guillén Peraza a La Gomera y al Hierro, quiso hacer un asalto en la isla de La Palma. Y así apercibió su gente y navíos, y embarcándose, vino a surgir en la costa de Tihuya señorío del capitán Ehedey…” (J. Abreu Galindo, 1977: 278). Ehedey, también nombrado como Echedey, fue, con toda probabilidad, el padre de Chedey, capitán del cantón de Tihuya, cuando llegaron los conquistadores en 1492.

Ehedey-Echedey “… como vió los navíos, juntó su gente y púsose a la defensa, dando el cargo de la resistencia a un hermano suyo menor, muy valiente y ardid en cosas de guerra; y, apellidando los capitanes comarcanos y junta la gente, dio sobre los cristianos, dando de repente y de improviso, y con tanto ánimo, que los desbarataron. Y mataron más de doscientos cristianos, y entre ellos a Guillén Peraza, el cual quiso detener su gente, que iba huyendo; y, poniéndose delante, le dieron una pedrada, de que murió, según oí afirmar a los antiguos … Y los demás que escaparon del furor de los bárbaros y pudieron embarcarse, se fueron a La Gomera …Así se quedó por entonces sin proseguir por Guillén de Las Casas la conquista de la isla de La Palma.” (J. Abreu Galindo, 1977: 278).

Esta batalla se desarrolló en 1447 muy cerca del lugar del desembarco de los invasores que debió producirse en alguna de las playas del cantón de Tihuya: Puerto Naos, La Bombilla o Los Guirres, sepultada por el Volcán Tajogaite en 2021. El dolor y la frustración por la derrota y la muerte del hijo del señor feudal de La Gomera dieron lugar a la que se considera una de las primeras obras de literarias de Canarias: Endechas a la muerte de Guillén Peraza en cuyo texto quedan claramente reflejados esos sentimientos, así como una auténtica maldición para Benahoare-La Palma cuando señalan “tus campos rompan/tristes volcanes,/no vean placeres/sino pesares,/cubran tus flores/los arenales.”. Estos versos, proféticos y terribles, se hicieron realidad, tristemente, unas pocas décadas después, con la erupción del Volcán Tacande-Montaña Quemada.

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Endechas a la muerte de Guillén Peraza (Mirador de Echedey. La Muralla. Puerto Naos) (Foto: Jorge Pais Pais)

El topónimo usado para denominar este cantón es, indistintamente, Tihuya o Tijuya que, en la época actual, ha pervivido en Tajuya, un caserío que comparten los municipios de Los Llanos de Aridane y El Paso. Según Ignacio Reyes el significado podría ser el de “…gritos, llamadas, invocaciones, alertas…” y añade: “Esta expresión parece vincularse a la actividad pastoril que se registró en la zona incluso durante la colonización europea, aunque también el vulcanismo pudo producir sonidos de referencia.” (2011: 419). Y, efectivamente, este territorio ha sido muy maltratado por las erupciones volcánicas subhistóricas e históricas ya que, en algo más de 500 años, ha sufrido, directamente, nada menos que tres volcanes: Tacande-Montaña Quemada (1470), Las Manchas-San Juan (1949) y Tajogaite (2021). A ellos tendríamos que añadir la del Tihuya, en 1585, en la parte alta de Jedey, lo cual supone la mitad de las erupciones que han tenido lugar en la Isla de La Palma.

Estos cataclismos han provocado que la inmensa mayoría de los dominios de este cantón hayan sido sepultados por enormes campos de lavas que arrasaron todo vestigio de vida. Por ello, es muy difícil rastrear la presencia benahoarita en estos parajes, aunque en el estado actual de la investigación arqueológica, sabemos que las partes altas y las medianías de Tihuya estaban repletas de vestigios prehispánicos, especialmente asentamientos en cabañas que, desgraciadamente, han sido cubiertos por las lavas del Volcán Tajogaite. (F. J. Pais Pais, 2022: 165-174).

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Vasija de la Fase IIId procedente de Los Pelaos (Montaña Rajada. El Paso). Yacimiento sepultado por el Volcán Tajogaite. Donada por Clemente Rodrigo Camacho. (Foto: Saúl Santos-MAB)

Al llegar a este punto nos vamos a detener un poco más en la erupción del Volcán Tacande-Montaña Quemada que, como hemos apuntado, tuvo lugar poco antes de la llegada de los conquistadores castellanos en 1492, y debió ser una enorme catástrofe para una buena parte de la población benahoarita del cantón de Tihuya quienes, en cuestión de días, lo perdieron absolutamente todo, incluso la vida, tal y como indican las fuentes etnohistóricas. Esos terrenos quedaron absolutamente privados de todo signo de vida durante cientos de años. Mucha gente debió trasladarse a otros lugares menos peligrosos y donde pudiesen continuar con su forma de vida. No es baladí que el volcán se llamase Tacande, cuyo significado es “…piedra quemada, producto de la actividad volcánica.” (I. Reyes García, 2011: 356). 

Algún poblado, como el del Barranco de Las Ovejas (Pinar de Matanza. El Paso), a pesar de su cercanía a Montaña Quemada y ser cubierto por una gruesa capa de arena y granzón, como se aprecia en las catas llevadas a cabo en 2011, consiguió sobrevivir y siguió reutilizándose durante cientos de años. Tampoco la furia del Tajogaite consiguió acabar con las cabañas, a pesar de que sus muros y techumbres fueron cubiertos por una capa de cenizas volcánicas de entre 40 y 70 cms de espesor.

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Cabañas del Barranco de Las Ovejas (Pinar de Matanza. El Paso) cubiertas por la arena y el granzón lanzados por el Volcán Tajogaite (29 de junio de 2022) (Foto: Jorge Pais Pais)

En el capítulo anterior hicimos referencia a los límites del cantón de Tihuya con Aridane que, debido a las lavas de la erupción del Tacande, en 1470, es imposible precisar. Sin embargo, las fuentes etnohistóricas si establecen una línea divisoria clara en la Montaña de Tamanca (Las Manchas). Lo más probable, y a modo de hipótesis, es que la separación entre ambos bandos viniese marcada por el Barranco de Tamanca, que delimita la montaña homónima por el frente meridional. Además, es interesante reseñar que en esta zona aún se conserva una Cueva del Rey, que la leyenda sostiene que fue la morada del capitán del cantón de Tihuya. Este barranco desemboca en Puerto Naos donde, seguramente, desembarcaron las huestes de Guillén Peraza, por lo que Echedey solo tuvo que seguir el cauce de esta barranquera para cortarles el paso en algún punto del antiguo acantilado costero: La Muralla, Salto de Los Perros, Cruz de Puerto Naos, etc.

El límite con Tedote vendría marcado por un tramo de La Hilera, a la que más recientemente se le ha puesto el nombre de Cumbre Nueva. Las personas mayores de El Paso siempre se referían con ese topónimo al tramo entre la Montaña de Los Tomillos, junto al Refugio El Pilar, y las Vueltas Viejas, el topo donde finaliza El Reventón y ya se empieza a bajar hacia la vertiente oriental.

Bibliografía general

-ABREU GALINDO, J.: Historia de la conquista de las siete islas de Canaria, (Santa Cruz de Tenerife), 1977.

-ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, Nuria y PAIS PAIS, Felipe Jorge: Los yacimientos funerarios benahoaritas en las antiguas demarcaciones territoriales de La Palma, Actas de las IV Jornadas Prebendado Pacheco de Investigación Histórica, (Tegueste), 2011, Págs. 17-42, ISBN 978-84-938791-0-5 (Publicación digital).

-MARRERO RODRÍGUEZ, Manuela: Los procuradores de los naturales canarios, Homenaje a Elías Serra Ráfols I, (La Laguna), 1970, Págs. 351-367.

-PAIS PAIS, Felipe Jorge: El Volcán de Tajogaite y el cantón de Tihuya, Revista EL PAJAR (Cuaderno de Etnografía Canaria), III Época, Nº 36, (Tenerife), diciembre 2022, Págs. 165-174.     

 -REYES GARCÍA, Ignacio: Diccionario ínsuloamaziq, (Islas Canarias), 2011.

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