Si nadie lo remedia, la casa del Alma de Tacande, en El Paso, se caerá ya que su deterioro es importante como se puede comprobar en estas dos fotos correspondientes al año 1999, la de la izquierda, y a 2008, la de la derecha.
La investigadora palmera María Victoria Hernández pide una solución para la casa del Alma de Tacande, en El Paso, que se encuentra en estado ruinoso, abandonada a su suerte. Una circunstancia que lamenta porque se trata de un recurso turístico de primera magnitud y prueba de ello es que según los vecinos más próximos a la vivienda, no pasa un solo día en el que la casa no reciba una o dos visitas. Mayoritariamente son palmeros que acompañan a un foráneo o viajeros, que no "turistas". No hay señalización, pero el boca a boca y las indicaciones verbales los conducen a la casa del Alma de Tacande.
Y es que la leyenda del Alma de Tacande ocupa, por derecho propio, una parte destacada de la memoria de los palmeros y palmeras. "Unas generaciones y otras han conservado y continúan trasmitiendo el romance narrador de los hechos acontecidos cuando Ana González Hernández (¿-1625) volvió del reino de los muertos y "se manifestó" en el paraje de Tacande. Hoy, su cuerpo descansa, en tumba anónima, "enladrillada" con tablones de tea, en el templo de Nuestra Señora de los Remedios de Los Llanos de Aridane, por esos años el único campo santo del Valle de Aridane".
Por eso, María Victoria Hernández se pregunta si no hay alguien que asuma con valentía una solución. "No sabemos qué, pero algo hay que hacer. La historia y la leyenda son patrimonio de La Palma y, por ende, de Canarias". "Han pasado 382 años de aquellos hechos y no podemos permitir que la casa donde se manifestó el Alma de Tacande desaparezca o que caiga en el olvido ese bello relato acontecido en la Hacienda de Tacante, El Paso, en 1628" porque, añadió, "tenemos parajes concretos (Hacienda de Tacande), tenemos documentos, tenemos espacios para recordar.Tenemos literatura, en prosa y en verso, y manuscritos de la época que dan certeza de la vida de los personajes directos del relato. Todo ello englobado en una isla singular, con un Parque Nacional y declarada Reserva de la Biosfera".
"La Isla -explica María Victoria- está rebosante de historias, naturaleza vegetal exuberante (autóctona o introducida), arqueología misteriosa, guisos y repostería, herbolarios majestuosos, especies de fauna única, volcanes durmientes, fiestas singulares, pequeñas playas de arena negra, arquitectura soberbia y humilde, imaginería y óleos flamencos y barrocos, aguas medicinales, cielos plagados del misterio siempre atractivo del Cosmos, músicas de las dos orillas y viejos cantares con castañuelas y "caja de guerra" (tambor) o indumentaria tradicional con la misma seda que vistió a nobles y plebeyos…Y, además, un amplio repertorio de leyendas, una de ellas es la leyenda del Alma de Tacande", de la que forma parte esta casa. No podemos permitir que se pierda".
Para más información sobre esta leyenda consultar el artículo publicado por María Victoria en su blog La Tendera de este periódico en enero:
http://elapuron.com/blogs/tendedera/394/el-alma-de-tacande-de-leyenda-a-realidad/
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