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Cursos de Verano de la Universidad Ambiental de La Palma

“La educación en igualdad sigue siendo la asignatura pendiente del sistema educativo actual”

  • Teresa González apuesta por un nuevo modelo de ciudadanía
  • Oresta López: "Las políticas de estado han permitido diferencias sexuales"

Teresa González y Oresta López, hablaron de mujeres y ciudadanía en los Cursos de Verano de la Universidad Ambiental de La Palma, UNAP.

"A pesar de que hemos recorrido un largo camino y de los avances logrados en el transcurso de estos años, la
educación en igualdad sigue siendo una de las grandes asignaturas pendiente del actual sistema educativo", afirmó la doctora y profesora titular de Historia de la Educación de la Universidad de La Laguna (ULL), Teresa González Pérez, durante su ponencia
"Formar ciudadanas: una mirada desde la educación" impartida en el marco de la XI edición de los cursos de verano de la Universidad Ambiental de La Palma (UNAP).

González Pérez señaló que "hoy por hoy los contenidos curriculares continúan reproduciendo algunos de los errores cometidos en el pasado" y agregó que "mantener el uso extensivo del genérico masculino en el
discurso de los libros de texto fomenta la invisibilidad de la mujer y condiciona la coeducación y los principios de equidad" provocando "que exista igualdad jurídica, pero no de hecho y que prevalezcan muchos prejuicios y estereotipos que es necesario erradicar definitivamente".

La ponente defendió que el sistema educativo actual no puede distorsionar el discurso igualitario sino que, por el contrario, "está llamado a contribuir a la consolidación de una ciudadanía plena, inspirada en los valores de la igualdad y el respeto, así como a trabajar con el
profesorado y a revisar constantemente los contenidos con los que se educa a las generaciones actuales y futuras porque sólo de esta manera podremos
promover el verdadero cambio social y genérico".

Teresa González apuntó, además, que el fin de la desigualdad social exige una igualdad de derechos cimentada en tres ejes estratégicos como son la
redistribución de los roles, porque "no podemos olvidar que la mujer gana espacio público a costa de su esfuerzo personal duplicando o triplicando sus jornadas laborales", el incremento de la solidaridad entre mujeres
mediante la creación de redes y la erradicación de la violencia de género. Asimismo también recordó el papel de las familias y el entorno en la educación de las niñas y niños como futuros adultos.

A lo largo de su intervención, la profesora de la ULL realizó una visión retrospectiva de la educación de hombres y mujeres durante el régimen franquista analizando detalladamente los roles impuestos a cada uno de ellos. Asimismo, advirtió de que las leyes de igualdad han llegado a España hasta 110 años después de que entrasen en vigor en países como Estados Unidos y destacó que el hecho de que la democracia se construyera sobre las leyes de la dictadura "ha propiciado que las mujeres carezcan de modelos a imitar y ha ralentizado considerablemente el ritmo de evolución del principio de igualdad en nuestro país, a pesar de contar con un marco normativo plenamente favorable."

Teresa González abogó por un nuevo modelo de ciudadanía no sólo para las mujeres sino para los hombres. Un cambio de patrones que, a su juicio,
"implica apostar por la redistribución de roles y educar a los hombres en la tolerancia, la sensibilidad, la emoción y la afectividad, lejos de los arcaicos binomios de ama de casa-madre o soldado-caballero, garantizando
no sólo la justicia social sino el reconocimiento y el respeto a la diversidad de forma que, independientemente de su sexo, hombres y mujeres
superen los obstáculos que los separan y disfruten en igualdad de condiciones de su ciudadanía y de sus vidas".

Un argumento secundado por su compañera de mesa, la mejicana y doctora en Historia por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social, Oresta López Pérez que hizo especial hincapié en que aunque la ciudadanía es un concepto sumamente antiguo, que se remonta a la
época grecorromana, "lo cierto es que en la realidad sólo ha sido un término meramente discursivo lo que ha propiciado la coexistencia de ciudadanos de primera y de segunda tanto en función del género como de la
condición social de las personas".

Asimismo advirtió que las políticas de estado, tanto por acción como por omisión, han establecido y permitido diferencias sexuales en temas sociales clave fomentando la educación segregada frente a la plena,
estableciendo un catálogo de profesiones para hombres o mujeres, generando el estereotipo de la mujer como el sexo débil, decidiendo e interviniendo en la vida privada o legislando a favor de unos y en perjuicio de otros.

"El nuevo modelo de ciudadanía" afirmó López Pérez "pone a prueba al Estado que juega un papel vital en la promoción de la ciudadanía y su diversidad" y resaltó que "la ciudadanía femenina es la ciudadanía del
siglo XXI" y que la lucha por la ampliación de los derechos de igualdad de las mujeres "revertirá positivamente en el futuro desarrollo de otros
colectivos que por su condición sexual como los ‘homos", ‘bi" o ‘trans", su etnia o su color de piel sufren los efectos de la desigualdad".

 

 

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