Un derrumbe sobre las ocho de la tarde de ayer domingo en la zona de Lomo de los Caballos, muy cerca de la caseta de información del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, dejó atrapados en la carretera durante unas tres horas a unos quince vehículos.
Por fortuna no pasó ninguna desgracia y, gracias al intenso trabajo realizado por unos 30 operarios, una pala y un camión, la vía quedó despejada para que los coches pudieran pasar alrededor de las once de la noche, tres horas después de los desprendimientos.
Una las personas que iba en uno de los vehículos que se vio afectado por el corte de la carretera, debido al derrumbe, comentó a este periódico que fue un milagro que no hubiera pasado nada porque al parecer cayó una piedra de grandes dimensiones a la vía. Todo quedó en un susto.
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