La mayoría de las ovejas que se pusieron hace aproximadamente un año en el cortafuego de Barlovento, que va de Gallegos a Los Andenes, como tratamiento silvícola para mantenerlo limpio y libre de hierbas, se han muerto. Así lo han informado a este periódico fuentes de toda solvencia que prefieren mantenerse en el anonimato y que indican que de las ovejas, más de una decena, que fueron cedidas por algunos ganaderos de la zona y encerradas en el cortafuegos, que se valló con alambradas electrificadas para evitar que se salieran, han desaparecido casi todas por falta de atención, quedando tan sólo tres animales vivos.
¿Quién es el responsable de esta situación? El jefe de la Unidad Insular de Medio Ambiente, Miguel Ángel Morcuende, niega la mayor y asegura que se trata de un "infundio". "Yo no tengo ninguna noticia de que los animales se hayan muerto, si hubiera pasado algo el primero en enterarme hubiera sido yo". Además, aclaró que "una cosa es que se hayan metido ovejas en el cortafuegos para pastorear en la zona y otra cosa es que sean del Cabildo. El propietario es el que tiene que alimentarlas, pero repito que no tengo noticias de que se haya muerto ningún animal". Esta redacción intentó también ayer por la tarde hablar con el consejero insular de Medio Ambiente, Julio Cabrera, sobre esta denuncia pero fue imposible localizarlo.
No obstante, las fuentes consultadas por este periódico insisten en la veracidad de los hechos, lamentando que se dejaran las ovejas a su suerte al no dejar a nadie de encargado para cuidarlas, alimentarlas y ponerles agua. "El proyecto comenzó con la cesión de animales por parte de varios ganaderos. Al principio robaron animales ante la nula vigilancia, algunos se escaparon también y luego se produjo esta situación de aparente olvido, siempre según nuestras fuentes, que ha propiciado la muerte de otros tantos por frío, ante la falta de refugio, alimento y agua". Dichas fuentes lamentan que desde el Cabildo, "después de poner en marcha el novedoso proyecto del tratamiento silvícola instalando cables con descarga eléctrica para evitar que los animales puestos en el cortafuego se salieran del mismo, se desentendieron del mismo hasta el punto de que sólo quedan tres ovejas en todo el cortafuegos".
Según estas fuentes, la idea de las ovejas era buena porque con ello se evitaba utilizar pesticidas para mantener limpio el cortafuegos, pero advierten de que el problema es que nadie se ha ocupado de ellas en todo este tiempo. "Se gastaron un montón de dinero en poner alambradas electrificadas para evitar que las ovejas se salieran de allí y se olvidaron de ellas". ¿Quiénes son los responsables de este olvido, los pastores o el Cabildo?
