La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a quince años de cárcel al autor del homicidio del médico húngaro Josef Bacskulin, acaecido el 21 de junio de 2006 en su domicilio de Tijarafe. Se trata de Eike Reimann, de nacionalidad alemana y que tenía 31 años de edad cuando ocurrieron los hechos. En el fallo, al que ha tenido acceso elapuron, se ha tenido en cuenta también el agravante de abuso de superioridad, además de imponerle otro año de prisión por un delito de hurto. El otro procesado, Slobodan Lazic, de nacionalidad serbia y que llevaba mucho tiempo trabajando para el médico, fue acusado de un delito de lesiones, también con el agravante de abuso de superioridad y condenado a una pena de cinco años de prisión. Al igual que el anterior, también le ha caído un año de cárcel por hurto. La sentencia, que no es firme, será recurrida ante el Tribunal Supremo por la defensa.
Mucho se especuló en los días posteriores al sangriento homicidio de este prestigioso oftalmólogo de 78 años sobre lo que ocurrió aquellas dos jornadas en su vivienda de Tijarafe. Los hechos que la sentencia da como probados son que el 20 de junio del año 2006, en el domicilio del oftalmólogo, se produjo una discusión entre éste y los dos acusados (probablemente por una cuestión de dinero y trabajo) y ambos agredieron a Bacskulin, "utilizando herramientas, objetos y al menos un cuchillo, que le produjo heridas de diversa consideración, lesiones hemorrágicas y pérdida de consciencia".
Los dos acusados abandonaron entonces el domicilio, apropiándose del vehículo de la víctima, un ordenador portátil, 200 euros, "no sin antes dejar su cuerpo en un cuarto de herramientas, en el exterior de la vivienda, cerrándolo con llave".
Al día siguiente, Eike Reimann regresó a la vivienda y no encontró al oftalmólogo en el cuarto de aperos, dirigiéndose hasta su dormitorio, donde lo encontró. "Allí, con un hacha que llevaba, golpeó su cabeza en la zona retroarticular, al menos en dos ocasiones, provocándole fracturas que determinaron su muerte". La sentencia señala que en esta segunda actuación Reimann no "sugiere que sus facultades se encontraran alteradas por acción de bebidas alcohólicas u otras sustancias", en respuesta a la defensa, a la vez que tampoco atiende a las excusas del acusado de haber recibido un ataque de la víctima, "una persona herida, a la que él mismo había agredido el día anterior y que recibe la herida mortal, según confirman los médicos forenses, en una posición de inferioridad, postrado o agachado".
En lo que se refiere a la participación de Slobodan Lazic, que negó su participación e incluso conocimiento en la agresión del primer día, la sentencia cuestiona esta circunstancia y argumenta que "no se entiende cómo no salió en defensa de su jefe, al que conocía y trataba desde hacía muchos años, o las razones por las cuales, precisamente ese día, se ausentara con la intención de no regresar o no se interesara por por la situación de éste después de la pelea". De hecho estaba también preparando su marcha fuera de España. Estos argumentos que dio el acusado quedaron también desmontados con la presencia de sangre en su ropa, en al parte delantera del vehículo o la existencia de un cuadro de lesiones de la víctima que hace presumir un ataque múltiple.
Los dos acusados fueron detenidos en Santa Cruz de La Palma, después de que la Policía multara y retirara de la vía pública el vehículo que sustrajeron de casa del médico húngaro porque estaba mal aparcado. Uno de ellos se encontraba en una pensión de la capital palmera y el otro en un kiosco de la playa de Bajamar.
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