La carretera LP-3, que une Santa Cruz de La Palma con Los Llanos de Aridane, se ha reabierto al tráfico a las 23:30 horas del domingo, una vez que quedó solventado el peligro por desprendimientos para la circulación en la zona de Botazo, donde el sábado por la tarde se produjo un importante derrumbe que obligó al Cabildo a cortar esta importante vía de comunicación y a desviar la circulación por la carretera de Fuencaliente. Efectivos de la Consejería de Infraestructuras del Cabildo de La Palma trabajaron durante toda la jornada de ayer para culminar los trabajos quen han permitido poner en servicio otra vez la carretera.
Las máquinas excavadoras, ayudadas por los operarios del Cabildo, estuvieron trabajando durante todo el domingo en el risco en el que se produjeron los desprendimientos, y en el que se localizó una fisura, limpiando el mismo de escombros para garantizar la seguridad, según informó a este periódico el consejero de Infraestructuras, Gerardo Hernández, quien destacó el trabajo realizado por todo el personal del Cabildo para poner en servicio la vía con prontitud. En total, se han retirado unas 300 toneladas de escombros.
La reapertura de esta carretera supone un alivio para los cientos de conductores que la utilizan a diario para desplazarse entre las dos comarcas más importantes de la Isla por motivos sobre todo de trabajo.
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